Izkander FERNANDEZ
El abrazo del verano
·BILBAO LIVE FESTIVAL
El verano tiene esas cosas. Engrandece la noche, encumbra los momentos y te abraza con un soplido de aire c�lido que te empuja al recuerdo y a la nostalgia de los viejos y buenos tiempos. Parece que el Bilbao Live Festival pasar� a convertirse en uno de esos recuerdos que azuzar�n la memoria.
El recinto situado en el monte Kobetas es espectacularmente id�lico. El verde de la monta�a se funde con el azul de un lago artificial y con la marabunta multicolor del p�blico. En cierto modo, los escenarios existen dentro del gran escenario que resulta ser Kobetas. La primera jornada del festival, la del jueves, resultaba la m�s ecl�ctica de las tres. La m�s para todos los p�blicos. Todo comenz� a la cruel franja horaria situada entre las 16.00 y la 16.30. Gatibu entr� en la historia inaugurando el primer Bilbao Live Festival. Lo hizo como acostumbra a hacerlo por las plazas de Euskal Herria: con energ�a, garra y buen humor. Tras los vizcainos, Lori Meyers y Ladytron pusieron el contrapunto indie a la tarde del jueves con dos conciertos que no pasar�n a la historia.
Pastiche
Rondando las ocho de la tarde Kobetas se llen� de propuestas de pl�stico, carentes de credibilidad y abrumadoras por el tedio que produjeron. Ojos de Brujo machacaron a los presentes con su pastiche de �nosesabecu�ntascosas�, su pose de neoflamenca y sus modelos sacados de Springfield y Zara. Y es que resulta complicado creerse un gramo del discurso de los catalanes si se es ajeno a toda esa vor�gine festiva y seudo hippie que hereda elementos de bandas tan indispensables y saqueadas como Mano Negra.Acto y seguido, The Cardigans desaprovech� su privilegiado horario de prime-time con un repertorio rico en sonidos de un pop pretencioso y falto de inspiraci�n que aburri� hasta la extenuaci�n y apenas espabil� con los tres o cuatro hit singles de rigor.
Ese muchacho humilde
La noche empez�, por fin, con Ben Harper & The Innocent Criminals. Harper posee una excelente voz, adem�s de ser un gran guitarrista, y gracias a sus hechuras de t�o humilde y a su amor por el rock atemporal, se est� labrando una carrera que si bien carece de discos angulares, posee una solidez fuera de toda duda.Ben Harper y su banda, una mezcla entre un grupo de barrio y pl�yade de virtuosos an�nimos, repas� la historia del rock navegando con �xito por el rock sure�o, parando puntualmente en el reggae y tomando como bandera sonidos negros como el jazz, el blues o el funk. Tras casi dos horas de intensa celebraci�n rockera, Harper dej� paso a las verdaderas estrellas de la noche: The Cult. Los chicos han vuelto, y �c�mo han vuelto! Ian Atsbury canta como siempre, bueno, su amor por la garganta de Jim Morrison queda m�s acentuado con el paso del tiempo. Por su parte, Billy Duffy, el guitarrista y col�der de la banda, parece haber rejuvenecido y vuelve a dejarse la piel sobre el escenario como lo hac�a en sus mejores d�as. Suyos fueron los mejores momentos de jornada. Cayeron los cl�sicos y cayeron las perlas en boca de Ian Atsbury. El vocalista dedic� una canci�n al pueblo de Gernika y asegur� que �la libertad no es una elecci�n, es un derecho�. Tras otro pu�ado de cl�sicos, Atsbury volvi� a la carga. En un momento de descanso, entre canci�n y canci�n, el cantante se refiri� a la m�sica tecno como un ruido que se limita a repetir �un est�pido �Bum, Bum Bum! Eso lo hace un ordenador, no hay sentimiento humano�. Tras la fant�stica descarga de The Cult, los altavoces de la carpa tecno siguieron retumbando ese mismo ��Bum, Bum, Bum!� hasta que la noche de Kobetas dio los buenos d�as al sol. -
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