Comienza la cumbre del G-8 con un coyuntura compleja
La cumbre anual de los siete países más industrializados del mundo y Rusia se celebra entre hoy y mañana en San Petersburgo (Rusia) con un panorama internacional al rojo vivo. La escalada de violencia en Oriente Medio, los programas nucleares de Irán y Corea del Norte y la dependencia energética de Europa son algunos de los temas de la agenda.
SAN PETERSBURGO George W. Bush, presidente de Estados Unidos, fue el primer mandatario del G-8 en llegar a San Petersburgo (Rusia), que acogerá hoy y mañana la cumbre de este club integrado por los siete países más industrializados del mundo Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Estado francés, Italia, Canadá y Japón y Rusia.Los mandatarios tratarán los temas más candentes de la actualidad internacional, como la crisis en Oriente Medio enconada debido a la ofensiva militar de Israel contra Líbano, la dependencia energética europea o el conflicto diplomático entre Occidente e Irán y Corea del Norte a cuenta de sus programas nucleares. Mientras les recriminan que desarrollen tecnología atómica, Moscú y Washington hablarán de cooperar en el ámbito nuclear. Se prevé que Bush intente recuperar la buena relación que tenía con Putin para que le apoye en su campaña para sancionar a Teherán y a Pyongyang en el Consejo de Seguridad de la ONU. Para ello, está dispuesto a mostrar a Putin su preocupación por los DDHH en Rusia sólo en privado. A la cumbre también asistirán los líderes de Brasil, México, China, India y Sudáfrica, que han sido sido invitados como representantes del G-20, club de los países menos desarrollados. Estos insistirán en que los ricos reduzcan los subsidios a sus agricultores puesto que, según los más pobres, distorsionan el comercio mundial.
Manifestaciones prohibidas Por otra parte, las autoridades de San Petersburgo prohibieron celebrar durante la cumbre manifestaciones de protesta previstas por los movimientos antiglobalización. Además, la Policía detuvo a más de 200 activistas que intentaban llegar a la ciudad, afirmó un organziador de las protestas.
|