El bonito cuadruplica su precio en el trayecto entre la lonja y la pescadería
Los arrantzales se han mostrado preocupados esta semana por el bajo precio alcanzado por el bonito del norte en lonja, un producto que se está vendiendo hasta cuatro veces más barato en el puerto que en la pescadería. Los intermediarios siguen siendo los grandes beneficiados de una situación que no es nueva.
La escasez de anchoa y el cierre tardío de la pesquería de esta especie en el Golfo de Bizkaia la veda estará en vigor hasta el 31 de diciembre no ha sido el único problema al que se han enfrentado las cofradías vizcainas y guipuzcoanas en las últimas semanas. La mar continúa revuelta, en este caso a raíz del bajo precio con el que se paga el bonito del norte en los puertos pesqueros.Iñaki Zabaleta, presidente de la Federación de Cofradías de Bizkaia, afirmó a GARA que los precios en lonja han retrocedido veinte años. Atribuyó la cotización tan baja del bonito a varios factores, como el adelantamiento de la campaña a la tercera semana de junio, debido a las malas capturas de la anchoa, cuando la fecha habitual de inicio suele ser la segunda quincena de julio. Esto ha traído consigo, en opinión de Zabaleta, un aumento de las capturas. «Lo que se tenía que haber pescado a mediados de julio y agosto, se ha adelantado este año a junio. Se están pescando grandes cantidades y, además, se está produciendo una importación masiva desde el Mediterráneo. En definitiva, que hay mayor oferta pero menor demanda», indicó. Junto a ello, señaló que la huelga de la industria conservera de Bizkaia también ha repercutido en los precios, así como las constantes subidas del gasoil y el descenso en la compra de pescado fresco. Sobre esto último, remarcó que «los informes de Mercamadrid corroboran que la demanda de fresco ha bajado entre un 15 y 20%», por lo que añadió que «todo se ha juntado. A perro flaco todo son pulgas». Denunció que los conserveros están comprando el bonito congelado a un precio similar al fresco, cuando este último es «de calidad, fresco y pescado día a día», según remarcó el propio Zabaleta. «Tenemos que pescar mucho para ganar poco. Y esto, desde luego, tampoco es la solución», concluyó. Los datos revelan que esta misma semana se ha pagado entre 2 y 2,20 euros el kilo de bonito en los puertos pesqueros, mientras que el precio medio en lo que va de año está siendo de 2,41 euros, el más bajo de los últimos ejercicios. En 2005 y 2004, el bonito se vendió a 2,88 y 2,97 euros, respectivamente. En 2002, se llegó a cotizar a 3,88 euros el kilo. Estos números confirman que el valor de este pescado está cayendo a la hora de su comercialización en lonja, una situación que perjudica principalmente a los arrantzales, ya que la cotización del bonito en las pescaderías asciende incluso a los 8 euros, casi cuatro veces más que el precio pagado esta semana en puerto. Los intermediarios, por lo tanto, continúan siendo los grandes beneficiados. Esta es una problemática que viene siendo denunciada por LAB desde hace mucho tiempo y para la que la central abertzale ya propuso medidas concretas hace varios meses. Entre otras cosas, el sindicato dirigido por Rafa Díez reivindica la venta directa entre el arrantzale y el consumidor, evitando así a los intermediarios, que son los que obtienen la principal ganancia del producto pescado, según reitera LAB.
Romper la cadena
Leo Belaustegi, portavoz de Pesca en LAB, declaró en una comparecencia sobre este tema que «los arrantzales traen la pesca y ésta es la que tiene el valor económico». Acusó a las grandes conserveras, a los comercializadores y a los exportadores de «poner el precio que les da la gana» y de «obtener una rentabilidad del 400% por encima de lo que pagan en lonja». Belaustegi reiteró que «todos sabemos que la pesca va mal porque hay especies que están a punto de desaparecer. La mar se queda sin pesca, por lo que a lo poco que podemos pescar en el futuro, debido a la reducción de las costeras y a los periodos permitidos, debemos sacarle rentabilidad». Adelantó que «si queremos mantener la flota tenemos que aprovechar los recursos que nos brinda nuestro saber hacer». Puso un ejemplo para explicar esta situación tan difícil. «Hace unos días un barco no pudo vender chicharrillos en Ondarroa porque les pagaban una porquería, pero resulta que en una pescadería se vendía a tres euros el kilogramo», lamentó. Por ello, el representante del sindicato abertzale insistió en que «tenemos el pescado y somos los que vamos a consumir el producto. Creo que si logramos romper esa cadena prosiguió se podría vender pescado fresco de calidad a buen precio, lo que permitiría que la gente consumiera más y a un precio inferior». Belaustegi también se quejó de que las grandes comerciales y las pescaderías están incorporando pescado congelado en sus ventas. «Los lobbies como Pescanova y otras grandes empresas de pescado congelado compiten en la actualidad con el pescado fresco, que es de mayor calidad», destacó. Por otro lado, cabe resaltar que la preocupación por el bajo precio del bonito en lonja ha hecho saltar la alarma en el sector hasta el punto de haberse planteado intentos de parar los barcos en algunos puertos deGalicia y Cantabria. Sin embargo, las pérdidas registradas en la costera de la anchoa han aparcado, de momento, la convocatoria de movilizaciones. -
DONOSTIA
Atun rojo del mediterraneo, otra especie en peligro de extincion
La denuncia por el bajo precio del bonito del norte ha tomado el relevo a la problemática surgida a raíz de la escasez de anchoa. Pues bien, el hermano mayor del bonito, el atún rojo, también se encuentra en una situación delicada, aunque en este caso en el Mediterráneo.Según un informe elaborado por Greenpeace, la población de atún rojo del Mediterráneo está en peligro de ser agotada debido a la pesca pirata para el engorde de atún y a una gestión inadecuada. La organización internacional informa de que las capturas superan en más de 12.000 toneladas un 37% más a la máxima legal establecida por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) de 32.000 toneladas para el periodo 2003-2006. El propio comité científico de ICCAT había recomendado incluso un 20% menos de la cantidad finalmente establecida, dado que sus estudios revelaban, ya en 2000, que la captura de atún rojo en el Mediterráneo era 2,5 veces mayor que el nivel compatible con la reproducción adecuada de la población. En estos momentos, existen entidades que están elaborando estudios técnicos sobre la expansión incontrolada del engorde de atún rojo en el Mediterráneo, una práctica que está incrementando la pesca ilegal en estas aguas. Greenpeace indica que hay estudios que «muestran claramente que la pesca pirata de atún rojo está extendida en la región, y los responsables del agotamiento de esta especie son miembros de la CICAA las siglas de la ICCAT en francés, la organización que supuestamente gestiona la pesquería». Y es que los fuertes intereses económicos están prevaleciendo por encima de la legalidad. A modo de ejemplo, la ONG señala que, en aguas libias, la flota francesa y de ese país capturaron 12.800 toneladas de atún para jaulas de engorde. Teniendo en cuenta que la cuota asignada a ambos países es de 7.500 toneladas, esa cantidad ya suponía una ilegalidad. Por si esto fuera poco, Greenpeace destaca que la industria de las granjas recibe fuertes ayudas de la Unión Europea, lo que aumenta la capacidad de pesca y de engorde de las flotas que actúan de forma ilegal en el Mediterráneo.
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