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Etxerat exige la «operación retorno» para los represaliados
Los arcenes de las carreteras vascas se llenaron ayer de banderolas por la repatriación, en una iniciativa que Etxerat celebra todos los años con motivo de la operación salida. Cientos de personas reclamaron el regreso a casa de prisioneros y exiliados políticos, así como «la desaparición de la violencia de los estados español y francés» de cara a impulsar la resolución definitiva del conflicto que sufre Euskal Herria.
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ARRIGORRIAGA
Como todos los años por estas fechas, Etxerat aprovechó la operación salida para acercarse hasta los arcenes de las principales carreteras vascas y ondear, al paso de los vehículos extranjeros que estos días circulan por las vías de Euskal Herria, banderas por la repatriación y la liberación de los prisioneros políticos. También exigió la «inmediata desaparición de la violencia de los estados español y francés».El colectivo de familiares de los represaliados citó a los medios en Arrigorriaga para trasladarles que, en el marco de la denominada operación salida, «las autoridades nos dan diversos consejos para evitar accidentes. Pero no hacen lo mismo con los familiares y amigos de los presos. Todas las semanas, los dirigentes de PSOE y UMP nos obligan a realizar miles de kilómetros en las peores condiciones para poder compartir, por unos minutos, sonrisas y lágrimas con nuestro allegados». Fue Agurtzane Alkalde la que, en nombre de Etxerat, denunció que la dispersión «es una política meditada, y en esos cálculos entran los accidentes que sufrimos todas las semanas y que han provocado la muerte de 16 familiares. En lo que llevamos de año, se han producido 14 siniestros graves en los que se han visto involocrados 29 allegados». Tampoco se olvidó de la «sangría económica» que produce en las familias de los represaliados la estrategia de ambos estados. «Por tanto, la dispersión es una política criminal», resumió.
«¿Quiénes extienden el terror?»
Pero esa política también persigue, según recordó Alkalde, «la destrucción física, síquica y política» de los prisioneros. «Es por eso que los tienen lejos, aislados, en las más duras condiciones y condenados de por vida. Por eso no los liberan. Están dispuestos a matarnos, a llevar hasta la muerte a nuestros familiares, tal como han hecho con 22 presos políticos vascos. Están dispuestos a hacer todo eso para imposibilitar que el Colectivo tome la palabra, haga sus aportaciones, plantee sus reflexiones, para aislarles social, política y afectivamente de Euskal Herria, para condicionar el día a día de este pueblo... Al fin y al cabo, para chantajear políticamente a todo un país», destacó.Y continuó preguntando «quiénes son, por tanto, los que mantienen políticas asesinas, los que extienden el terror en este pueblo, los que tienen a nuestros familiares en una situación que sólo puede definirse como tortura, los que continúan extorsionándonos econó- micamente, los que siguen negando a este pueblo tener otro futuro... Los que hacen todo eso son los estados español y francés, el PSOE y UMP». La representante de Etxerat explicó que la iniciativa de ayer pretendía denunciar esa realidad, al tiempo que recordaba que las cientos de personas que ocuparon los arcenes también querían rendir homenaje «a nuestro familiar Iñaki Rike Galarza», exiliado político fallecido el jueves en Baiona. «Porque no queremos que nadie más, como Iñaki, pase 18 años preso, haciendo frente, día tras día, a la política asesina de los estados. Porque no deseamos que nadie más muera en las peores condiciones lejos de su casa, de donde había huído por las torturas que tan bien conocía». «Queremos ofrecer otro futuro a este pueblo y a las generaciones venideras», resaltó Alkalde, y agregó que para ello «es primordial acabar, de una vez por todas, con la violencia de los estados». Ese sería, en opinión de Etxerat, el escenario adecuado para construir un acuerdo político que posibilite la vuelta a casa de presos y exiliados y la resolución definitiva del conflicto que sufre Euskal Herria.
Y el día 6, a las playas
Y es que, precisamente, el colectivo de familiares considera que la resolución del contencioso necesita de la parti- cipación de todos, «sin excepción. Y, por tanto, la partici-pación de los colectivos de nuestros familiares presos y exiliados debe estar también garantizada». Por esa razón, volverá a salir a la calle el próximo domingo, concretamente a las playas vascas, para trasladar el siguente mensaje:«Por mar y por carrete- ra, los represaliados vascos a Euskal Herria, para después traerlos a casa».Etxerat también dio cuenta de los datos de las encarteladas de ayer. En Arrigorriaga se reunieron 763 personas, mientras que por lo que respecta al territorio alavés hubo protestas en la N-I (en Lopidana 40, a la altura del área de servicios Ruta de Europa 30 y entre Olzaeta y el pantano de Garaio 11), en Illarraza (otras 11), en Apodaka (20), en Urbina (40), en el puente de Izarra sobre la A-68 (11) y en el puente de Larraskueta de la A-68 (35). En Gipuzkoa, en Herrera (60), Gaintxurizketa (100), el peaje de Zarautz (55), Oiartzun (50), la N-I (entre Villabona y Tolosa 90 y entre Legorreta y Beasain 200) y entre Irun y Hendaia (40). En Biarritz se concentraron 20 (con amplia presencia de la Gendarmería), en Hendaia 50, en Bidart 20, en Baiona 28 y entre Donibane Lohizune y Ziburu 36. Por lo que respecta a Nafarroa, en Iruñea se encartelaron 200 (la Guardia Civil identificó y amenazó a los participantes), en el alto de Etxegarate 25, en Bera 15, en Lesaka 18 y en Mezkiritz 19.
Etxarri exige respeto a los derechos de los presos
ETXARRI-ARANATZ Unas 500 personas se movilizaron ayer en Etxarri-Aranatz, localidad que comenzaba las fiestas, en apoyo a la declaración del Foro de Ibaeta y para exigir la repatriación de los presos políticos vascos. En el Ayuntamiento se colocaron distintos paneles que reivindicaban el respeto a los derechos de los presos recogidos en la declaración de Ibaeta trato digno, derecho a la salud, a la comunicación, a hablar en euskara, a la educación, a la paternidad y maternidad, a la liberación y al reconocimiento como colectivo, entre otros, personificados en presos etxarriarras. Esta movilización contaba con el apoyo de deportistas, cantantes, bertsolaris, varios establecimientos hosteleros, la asamblea de trabajadores de la ikastola, el Ayuntamiento, Bai Euskal Herriari, EHNE, Batasuna, EA, Segi, Gazte Asanblada, EHE y la sociedad Udaberri.
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