Oriente Medio en llamas
«Necesitamos vuestro apoyo»
La autora envía cada día desde Palestina sus crónicas sobre la brigada organizada por Komite Internazionalistak (se pueden leer en Rebelión, Indymedia, Herriak.org...). Los nueve miembros del grupo intentarán hoy por tercera vez salir de Gaza, lo que Israel les ha impedido el viernes y ayer. Estiman que con esta medida, los militares israelíes tratan de «dar una lección» a unos testigos que consideran muy molestos, porque cuentan lo que ven y son puentes de solidaridad entre dos pueblos.
Lidón SORIANO
Los nueve miembros de la brigada continúan en la ciudad de Gaza y están bien.
Algunos de ellos tendrían que estar ya en Euskal Herria, pensando en volver al
trabajo, pero las fuerzas israelíes les impiden dejar la castigada franja de
Gaza. «Si a nosotros nos hacen esto, qué no harán a los palestinos», afirman.
Vuelos perdidos, planes que se caen, molestias varias, pero nada en comparación
con lo que han sentido al vivir las historias que relata la autora. Son
fragmentos de la «Crónica 7» de Lidón Soriano.
· Desastre
humanitario.
Más tarde nos encontramos con Raji Sourani en el Centro de Derechos Humanos de Gaza. Estuvimos comiendo y compartiendo momentos agradables como un paréntesis entre tanta tristeza y crudeza. Nos comentó que la situación de Gaza es de desastre humanitario y que, si siguen así, en dos meses llegarán al colapso socioeconómico. 1.300.000 habitantes en 365 kilómetros cuadrados con un 80% de la población bajo el umbral de la pobreza, con un 90% de desempleo, con los índices de morbimortalidad disparados (anemia, desnutrición, diabetes...), con las fronteras cerradas y controladas por Israel. Nos comentaba que en Egipto hay más de 500 toneladas de comida que Israel retiene impidiendo que lleguen a la población palestina. · Embajadores. Por la tarde fuimos, por consejo de los compañeros palestinos, a visitar heridos al hospital Shifa. Fue una experiencia muy dura, pero como nos dijo Raji: «necesitamos vuestro apoyo, eso aumenta nuestra moral y así somos más fuertes». Sinceramente, creo que son fuertes con o sin nosotros, pero es cierto que la gente agradecía sobremanera nuestra visita y nuestro apoyo. Es increíble que nueve personas como nosotros podamos causar semejante impacto. Imaginad cuan abandonados deben sentirse para que se sientan reconfortados con nuestra presencia. Un compañero nos llegó a decir: «sois nuestros embajadores». · Terrible. Es terriblemente difícil estar delante de un chaval de 17 años al que le acaban de amputar una pierna, ha perdido un ojo, tiene el cuerpo lleno de metralla y, además, se ha quedado sordo por la explosión. O de las personas cuyas camas estaban ubicadas en la terraza, por carecer de espacio en el interior. O de la madre de 27 años cuya hija de 11 yacía sobre una cama sin sábanas con metralla en la cabeza y fractura de cráneo a consecuencia del bombardeo del colegio de ingenieros. Probablemente esa niña estaba entre la chiquillería que se agolpaba a nuestro alrededor cuando bajamos de la furgoneta, sólo diez minutos antes de que le cambiara la vida para siempre. · Lágrimas. Al abrazar a la madre, al compartir su dolor, no pude contener por más tiempo las lágrimas. Si hubierais visto la mirada y la tristeza de esa madre joven y su pregunta implícita: ¿por qué? Ya se que hay personas a las que leer este tipo de historias les parece de mal gusto o políticamente incorrecto. Me trae sin cuidado. Esta, nos guste o no, es su realidad y son ellos quienes te piden que le cuentes al mundo lo que les están haciendo y que muestres sus miembros amputados y sus ojos destrozados. A nosotros puede no gustarnos, podemos cerrar los ojos y encender el televisor, pero ellos seguirán sufriendo esta situación. Y ya sabemos que todo lo que no se nombra, lo que no se ve, no existe. Así que tenemos que mostrarla y denunciarla. -
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