DONOSTIA
Los mayores problemas de la operación salida y regreso de vacaciones se produjeron ayer en Biriatu, con colas de hasta 16 kilómetros, y también en varios peajes de la autopista A-8 a su paso por Durango, donde hubo retenciones de vehículos de hasta cinco kilómetros.Cientos y cientos de conductores hubieron de sufrir interminables minutos de espera para poder abonar las tasas de las autopistas, en las que no se toman medidas efectivas para evitar los atascos kilométricos en estas fechas claves de finales de julio.
En la autopista A-63, entre Baiona y Biriatu, las retenciones se produjeron sobre todo a primeras horas de la mañana, y a las dos de la tarde el tráfico seguía siendo denso en muchos tramos.
Las autoridades del Estado francés estimaron que durante la jornada de ayer cruzaron de Lapurdi hacia Gipuzkoa en torno a 41.000 vehículos, lo que supone unos 2.000 más que el día anterior.
También hubo retenciones, aunque menos importantes, en otro punto habitualmente conflictivo, como es el enlace de la autopista A-8 con la A-68 a la altura de Arrigorriaga. En esta zona hubo tráfico muy denso, al igual que en las salidas de Bizkaia hacia Cantabria.
La gran afluencia de vehículos fue notoria también en la carretera N-1, donde se estima que se multiplicó por cinco el tráfico de un día normal. Aun así, no hubo problemas significativos en esta vía habitualmente conflictiva, y tampoco los hubo en la mayor parte de la red viaria de Nafarroa.
Conforme pasaban las horas, los problemas de los puntos complicados de Lapurdi, Gipuzkoa y Bizkaia fueron desapareciendo, y de hecho la tarde fue mucho más tranquila que la mañana, ya que apenas se formaron retenciones.
Fuentes de la Dirección de Tráfico del Gobierno de Lakua informaron de que el grueso de la operación salida ya había pasado ayer por la tarde, y preveían «tranquilidad» para la jornada de hoy.
No obstante, el hecho de que mañana se celebre la festividad de San Ignacio, patrón de Bizkaia y de Gipuzkoa y jornada festiva en estos herrialdes, puede complicar de nuevo la circulación.
Esperas en las gasolineras
El masivo paso de vehículos por las carreteras vascas también provocó problemas a la hora de llenar los depósitos de combustible. Miles y miles de conductores abarrotaron muchas gasolineras y se produjeron esperas de hasta media hora para poder repostar, y algunos empleados de las mismas se tuvieron que dedicar a dirigir el tráfico.Otros muchos miles de conductores aprovecharon las áreas de descanso para hacer un alto en el camino antes de proseguir su marcha hacia los lugares de destino.