Gora Errepublika! Gora Euskal Herria!» puede leerse en un mural realizado en la entrada de Sartaguda, una de las localidades navarras que con más crudeza padeció la represión franquista en 1936.En esta localidad a orillas del Ebro se reunió ayer un centenar de personas venidas de distintos pueblos de Lizarraldea para participar en un acto político convocado por Batasuna bajo el lema «Frente al fascismo, autodeterminación», dentro de la campaña que está llevando a cabo en Nafarroa con motivo de los 70 años del golpe militar de Francisco Franco y Emilio Mola.
Progreso Mangado, familiar de fusilado y electo de Sartaguda Aurrera, dio la bienvenida a los congregados junto al monolito en homenaje a los fusilados en 1936.
José Mari Esparza, miembro de Altaffaylla e investigador de la represión franquista en el herrialde, advirtió de la instrumentalización de la memoria histórica. Así, recordó que en 1986 el PSN ordenó a susafiliados que no participasen en los homenajes que se hicieron a los fusilados con motivo del 50 aniversario del golpe franquista.
«Las familias de los fusilados tuvieron que padecer cuarenta años de olvido criminal de1936 a 1976, pero también otros30 años de silencio sin justificación de 1976 a 2006», destacó.
Frente a lo que calificó de «alzheimer político», Esparza reivindicó una recuperación de la memoria histórica «que vaya más allá de desenterrar huesos», subrayando la necesidad de defender las ideaspor las que fueron fusilados en 1936.
En este sentido, el mahaikide Pernando Barrena subrayó que «la derecha navarra del siglo XXI es la heredera directa de la de 1936, en principios y formas: es indispensable que hagan su transición democrática».
«70 añosmás tarde, el modelo de la Navarra oficial del Amejoramiento es la versión actualizada del modelo de Navarra foral y española de los alzados en armas en julio de 1936», manifestó Barrena.
Junto a ello, hizo hincapié en que «en Navarrano hubo guerra civil, sino masacres impunes alentadas desde la Diputación y la Iglesia y llevadas a cabo por el Ejército, la Guardia Civil y voluntarios fascistas locales. En estos momentos, en los que se habla de paz y de víctimas, hay que recordar que no hubo paz para más de 3.200 navarros y sus familias y que no puede hablarse de paz sin tomar en cuenta aquellos acontecimientos».
Barrena también tuvo duras palabraspara el PSN, «que 70 años después no tiene nada que ver con el PSOE de la República, ya que ha optado por apoyar a la derecha».
Incompatible
Tras recordar
que este año también es el 75 aniversario de la II República española y del Estatuto de Lizarra, el dirigente abertzale consideró que «éste es un magnífico momento para mirar al pasado y aprender de él. Si los dirigentes del PSN e IUN lo hicieran, comprenderían que su actual apoyo al Amejoramiento es incompatible con los ideales de los republicanos, socialistas y comunistas que lucharon por una Navarralibre de las garras de la derecha». Hizo suya la reivindicación que en junio de 1936 realizaron los partidos que formaban el Frente Popular Navarro, que destacaban que la derecha boicoteó un Estatuto de las cuatro provincias de Hego Euskal Herria porque «quería una Navarra aislada para tener, y es cita textual, ‘mayores facultades para mantener sojuzgado al pueblo navarro e impedir que el contacto y trabazón con la democracia vasca diera a las izquierdas de Navarra mayor representación y fuerza que mermase su poderío y los privilegios que disfrutaban’».
A pesar de que el PSOE y el PCE mantuvieron estas posiciones en el exilio y durante aquellos primeros años, «luego fueron traicionadas y arrinconadas, para regocijo de la derecha, que logró blindar su modelo de Navarra. Esta adhesión de PSOE y PCE (luego IU) a las posiciones de la derecha ha conducido a Navarra a la actual situación, asfixiante para todos los elementos mínimamente progresistas».
Por ello, Barrena emplazó a las direcciones de PSN e IUN a «reflexionar sobre las consecuencias de su estrategia política en los últimos años».
«Quienes gobiernan ahora en Navarra, quienes apelan al blindaje del Amejoramiento y claman contra la unidad con el resto de Euskal Herria, tienen el mismo ideario y proyecto político de los fascistas de julio de 1936. Unirse a ellos en este esperanzador momento para Navarra sería volver a traicionar los anhelos de las víctimas de la represión franquista», destacó Barrena, quien comparó las trabas que UPN pone al proceso político con las que puso la derecha al Estatuto en los años 30.
Tras cantar el “Eusko Gudariak”, los asistentes disfrutaron de un aperitivo en las piscinas de Sartaguda. -