KABUL

La OTAN, que entonces se desplegó en zonas relativamente seguras, como la capital Kabul y el norte y oeste de Afganistán, asume el mando en el sur en plena ofensiva talibán, con más de un millar de muertos en lo que va de año y con una creciente iraquización del conflicto. Ayer mismo, nueve personas murieron en el ataque a un convoy policial que vigilaba el entierro en Jalalabad de Yunis Jali, un señor de la guerra afgano.

El Ejército estadounidense anunció, por su parte, la muerte de decenas de combatientes talibanes. Cede a la OTAN el control del sur pero mantiene en sus manos el este del país.