Maite Soroa
Rebuznos sobre Cuba
Algunos llevan tres días rebuznando de alegría, como rebuznaba el burrito Platero ante un montón de heno fresco. Y entre los rebuznos se distinguía ayer el timbre, entre fingido y atiplado, de José María Calleja. Escribía en “El Correo Español” sobre Fidel Castro y se empeñaba en comparar la situación de Cuba con la española en 1975. Decía el inefable que «Hay una especie de automatismo en la comparación de la situación vivida en España a mediados de los setenta, cuando la muerte del dictador Franco abrió las puertas a la transición hacia la democracia, y la posible muerte de Castro, con la esperable apertura de una nueva etapa política en la que ojalá triunfe la democracia. Una democracia, una libertad, de la que han estado privados los cubanos durante casi cincuenta años porque, digámoslo pronto, el régimen de Castro ha sido una dictadura».Y, enfilando la senda del despropósito, el autor empieza a decir memeces: «Empezó Castro por quitarse de en medio al Ché Guevara, ese icono de la Revolución al que la foto de Korda, mil veces repetida, le ha eximido de su carácter totalitario hasta convertir su realidad terrorista en un póster, una camiseta, una imagen casi amable y de consumo masivo». Y no se queda ahí: «Luego purgó Castro a buena parte de los que le ayudaron a hacer la Revolución, desde el desembarco del ‘Granma’ en Cuba, la guerra de guerrillas en Sierra Maestra, el asalto al Cuartel Moncada. Depurados los que podían hacerle sombra, Castro se entregó a la organización de un sistema dictatorial cuyos terminales nerviosos, a veces histéricas, los temibles CDR (Comités de Defensa de la Revolución), actuaban como los ojos y los oídos del dictador. Los CDR han establecido la delación como forma de vida, la siembra de odio como combustible organizador de las relaciones sociales y el miedo como paisaje cotidiano y modo de supervivencia en Cuba». Habría que preguntárselo a los cubanos, ¿no creen? Pero lo mejor es la conclusión que saca el maestro de la
provocación: «Lo ideal sería que en Cuba se produjera un proceso de transición a
la española, en el que los defensores del régimen y los opositores cedieran
todos en sus programas máximos para que ganase así la democracia (...) España
puede influir de manera muy importante en el afán por que en Cuba gane sólo la
libertad». Pues como propongan la birria que hicieron cuando la diñó el de
Ferrol... - msoroa@gara.net
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