Sin dudas
Los martes se acabaron las dudas: Después de las noticias estresantes, dos series. “Anatomía de Grey” es la elección mayoritaria para el primer tramo. En cada entrega de esta serie de médicos se van delimitando mejor los cauces comunicativos, las entrañas de los personajes, los casos clínicos colocados como soporte ambiental para hablar de cosas tan sencillas (sic) como el amor. Cirujanos de neurología, cardiovasculares, aprendices, directivos y comadronas, todos viviendo en un estrés perpetuo, pero buscando en los resquicios del tiempo un momento para la felicidad. Junto a ellos pacientes con casos no habituales, en muchos casos fuera del vademécum, pero en su conjunto vemos como las relaciones personales se componen y se descomponen, siempre dentro de una extraordinaria visión liberal de todas estas cuestiones. No huyen de imágenes de quirófano, pero se equiparan con las tramas personales de los médicos. Una compensación que logra un buen equilibrio.Y seguido, sin cambiar de canal, en el Cuatro, los gays de “Queer as folk”, con una estética realmente abrasiva, descubriendo unos mundos en donde se mezcla el amor, el sexo, la sordidez y la iluminación vital. Una serie que marca un estilo, que describe sin remilgos unas vidas, unas relaciones, unos personajes de la clase media, homosexuales, que viven de manera plena su condición, con todos sus problemas, sus sinsabores y sus gozos. Muy bien interpretada, tiene unos guiones casi perfectos y una realización que explota una idea plástica, que aprovecha desde los enfoques de cámara, muy dinámicos, a la iluminación, que cuida el vestuario y la decoración y que nos coloca ante una ficción cargada de realismo, que nos ayuda a comprender mejor todo cuanto sucede en el plano sentimental, emocional, profesional o sexual de esos personajes tan reconocibles. Vivimos la circunstancia de la presencia de series televisivas norteamericanas de gran calidad, que se acercan a diversas realidades sociales con unos lenguajes audiovisuales de primera categoría, lo que rompe una tendencia de varios años en los que estas series no tenían la predilección de las audiencias como ahora sucede. -
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