Gasteizko Andra Mari Zuriaren jaiak
La tranquilidad se vuelve a adueñar de la ciudad
Se acabó lo que se daba. Los gasteiztarras quemaron en la jornada de ayer los últimos cartuchos de las fiestas de la Virgen Blanca. Aunque más tranquilos, participaron activamente en los numerosos actos que se llevaron a cabo. Entre todos ellos, destacó la tercera edición del Gazte Eguna, celebrada en el recinto de las txosnas. El programa incluía una comida popular, a la que asistieron más de un centenar de jóvenes, bertsolaris, juegos y una kalejira, que concluyó en el Gaztetxe. Las calles de Gasteiz recuperan, poco a poco, la tranquilad después de seis vertiginosos días festivos.
GASTEIZ
Exhaustos. Así es como han terminado los gasteiztarras después de tantos días de fiesta. No es para menos. Los diferentes programas elaborados para estas fiestas desde el Ayuntamiento de Gasteiz, la comisión de Blusas y Neskas, el Gaztetxe y la comisión de Txosnas preveían más de tres centenares de actos. Con tanta variedad, cada uno ha optado por hacerse su propio programa en la cabeza y participar en aquellos actos que resultasen de su agrado. Así fue también en la jornada de ayer. Los más madrugadores se acercaron hasta Mendizorrotza para disfrutar de los partidos de pelota de aficionados, disputados en el Ogeta. Otros apostaron por las vaquillas, que un día más, dieron más de un susto a aquellos que se acercaban demasiado. El torneo de deporte rural celebrado en la céntrica plaza de los Fueros era otra de las opciones. El caso era no quedarse en casa. Algo de lo que ya se encargaron al mediodía las bandas de txistularis y gaiteros con la tradicional llamada de bandas y txarangas. Estos acompañaron a la comparsa de gigantes, cabezudos, caballos y sotas, que volvieron a sorprender a los más pequeños con su colorido y gran movilidad. Las trikitixas, que se apuntaron a esta primera cita, se fueron aproximando a la plaza del Machete, donde tenían prevista una actuación. Tras ellos, estuvieron en el escenario, en el que en los últimos años se vienen realizando los actos euskaldunes, los bertsolaris Iñaki Viñaspre, Oihane Perea, Andoni Egaña y Sebastian Lizaso. La fiesta también llegó a algunos barrios periféricos de la ciudad. Así, los vecinos de Txagorritxu, Zaramaga y el Pilar pudieron al mediodía mover el esqueleto de la mano de fanfarres y txarangas.
Obras en Conde de Peñaflorida
Los txikis disfrutaron, por última vez este año, del denominado Espacio Aventura, así como de las animaciones infantiles que se han desarrollado en la plaza del Conde Peñaflorida. Un lugar, por cierto, que ha suscitado el enfado de sus usuarios, al encontrarse en obras y no tener espacio suficiente para poder ver, sin vallas ni máquinas, las diferentes representaciones. Al mediodía, las txosnas volvieron a abrir las puertas de la gran carpa instalada este año. El motivo no era otro que la tercera edición del Gazte Eguna, que comenzó con una pequeña inauguración antes de que diese comienzo la comida popular, a la que asistieron 110 personas. En la sobremesa brillaron con luz propia cinco bertsolaris arabarras. También tuvieron romería y juegos. Uno de ellos consistía en ir construyendo un muro en el que se podía leer “Harresiak bota eta independentzia ta irabazi”. Otro de ellos consistía en usar globos, que a medida que se lanzaban iban apareciendo diferentes pancartas. El Gazte Eguna concluyó con una kalejira, que finalizó en la casa de lo alto de la colina. Mientras todo esto sucedía en la zona de las universidades, las calles más céntricas de la ciudad acogían, a primera hora de la tarde, a los blusas y neskas. Muchos de ellos acababan de salir de casa. Su ropa limpia y planchada y los ojos les delataba. Sólo los más osados ambientaron las calles al mediodía, acompañados de las incombustibles txarangas. Estas últimas merecen ser mencionadas por el gran esfuerzo que realizan durante fiestas, con instrumentos musicales algunos de ellos pesan varios kilos a cuestas día y noche. Los blusas y neskas que participaron en el paseillo aprovecharon hasta el último momento, conscientes de que el siguiente no llegará hasta el 25 de julio del año que viene. Casi nada. La Plaza de la Provincia volvió a llenarse hasta las cartolas de la mano de Voces navarras. Las sardinitas de Santurtzi entusiasmaron a los asistentes y a algunos que se encontraban trabajando en las inmediaciones. Tras la actuación, que fue la más interactiva de todas, más de uno afinó su garganta y cantó “No te vayas de Navarra”, pensando que se encontraba en el escenario. Con un poco más de oído, en un par de años hay quien puede entrar a formar parte de un grupo de jotas. Otro de los eventos que más gustó fue la degustación popular de morcilla de Maeztu a la sidra, que se celebró en la plaza de los Fueros. Como viene siendo habitual en este tipo de actos, hubo quien se pasó media tarde haciendo cola para llevarse a la boca un trozo de este delicioso embutido, que fue preparado con esmero por los laboriosos cocineros de Boilur. El Dantza Plazan de la plaza de Machete y el último espectáculo pirotécnico también fueron todo un éxito. Los gasteiztarras han imitado al aldeano de Zalduondo, al retirarse para recuperar las fuerzas perdidas. La tranquilidad ya se ha apoderado de la ciudad. Ahora sólo falta que desaparezca el olor a fiesta de sus calles. Agur Celedón, datorren urtera arte!
|