DONOSTIA
Galicia seguía luchando ayer contra 158 incendios, 93 de ellos fuera de control y 65 controlados. Además del enorme daño ecológico han ardido ya más de 10.000 hectáreas, han muerto tres personas desde el pasado viernes. El problema ha tomado tal relevancia que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, interrumpió sus vacaciones en Lanzarote para ir a los sitios más afectados, Pontevedra y A Coruña.
Un dispositivo aéreo y terrestre de una magnitud «sin precedente», según el Ministerio español de Medio Ambiente, ha sido movilizado. Más de 1.200 militares han sido desplegados especialmente para coordinar las evacuaciones y disuadir la acción de los incendiarios. Un total de 53 aviones, 450 vehículos y 6.500 agentes antiincendio están manos a la obra. Sin embargo, «la situación empeoró, admitió la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona. Para intentar controlar este desbordamiento, Madrid pidió ayer la ayuda de la Unión Europea (UE). El Estado francés envió dos hidroaviones, Italia otros dos y Portugal unos sesenta bomberos y 19 vehículos antiincendios. Todos los equipos se pusieron en marcha de inmediato.
También llegó a Galicia la solidaridad vasca. Un equipo de 16 bomberos de los ayuntamientos de Gasteiz y Bilbo partieron ayer. En la víspera había salido hacia Galicia otro grupo de bomberos navarros.
Galicia no es el único lugar con el que las llamas se han cebado. Aunque la situación no es tan grave como en 2005, Portugal también es presa de los incendios. El fuego más importante se declaró el pasado lunes en el macizo de Ossa, cerca de la ciudad de Estremoz (el sur del país). Las llamas fueron controladas dos días más tarde, después de que hubieran quemado unas 4.000 hectáreas de bosques de eucalipto.
En el norte y centro de Portugal han sido censados otros once otros focos, de los que ocho seguían ayer incontrolados. El nivel de alerta máxima, en vigor desde la última semana, va a mantenerse hasta la tarde del viernes debido al calor tórrido y los fuertes vientos.
Otro país mediterráneo, Grecia, movilizaba ayer a 300 bomberos, 80 vehículos, seis aviones y tres helicópteros contra un incendio violento que ya ha asolado unas 300 hectáreas en la región de Corinto, al oeste de Atenas, dónde tres pueblos han sido evacuados.
Los incendios son favorecidos por la sequedad excepcional, pero en Galicia se sospecha que han sido intencionados.