Otro ejercicio de madurez de la mano del futbolista más joven
Los 90 minutos del AOL Arena confirmaron algo que se intuía viendo la plantilla del Hamburgo: el riesgo de un descalabro para Osasuna tenía más que ver con el entorno de la cita (la Champions, el estadio, el país...) que con el potencial del rival. El partido, por tanto, pedía madurez más que brillantez, y los rojillos lograron no descomponerse en un escenario tan inhabitual para ellos. El de Hamburgo fue el mismo Osasuna que hace dos años se blindó en la semifinal del Vicente Calderón para superar al Atlético de Madrid y alcanzar su primera final de Copa. El que el año pasado secó al Real Madrid en el Bernabéu jugando 70 minutos con diez hombres. Y el que se sacudió los nervios de encima para jugar uno de sus mejores partidos en el último partido contra el Valencia, el que le dio el pase a la Champions.Más curioso resulta que los navarros encontraran esta
madurez precisamente en su futbolista más joven. Raúl García cumplió 20 años en
los pasados Sanfermines, pero se comporta como si llevara encima 300 partidos de
Liga y media docena de Champions. El Hamburgo empezó a perder los nervios cuando
el de Zizur se cosió el balón a la bota y empezó a hacer rondos con sus
compañeros. Soldado (21 años), Javi Flaño (22) o Cuéllar (25) también ejercieron
de veteranos. Así las cosas, no hay que temer a la vuelta, ni a la transición
Aguirre-Ziganda, ni al futuro. - Ramón SOLA
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