Victoria Mendoza - Psicoterapeuta
Chamanismo a la europea
Ahora que estoy disfrutando de la energía mexicana y del calor humano de mis paisanos, quiero comentarles sobre el chamanismo que muchas veces los europeos vienen a buscar entre nuestros brujos y curanderos.
El chamanismo, para mí, no es ponerte taparrabos ni plumas en la cabeza, no es tocar el tambor y bailar o cantar, mucho menos se trata de comer peyote o probar la ayahuasca. El chamanismo es una forma de vida, una filosofía de vida, pero uno puede ser chaman de la docencia, de la medicina, de la música, de la terapia, la política.
El chamanismo plantea desarrollar cuatro facetas: guerrero, vidente, sanador y maestro, yo agregaría también la del eterno aprendiz, ya que todos los días de tu vida tienes nuevas cosas que aprender sobre la vida y la muerte. Esas facetas chamánicas las debes desarrollar de acuerdo a tu medio, a tu situación, tu cultura, tu trabajo, de acuerdo a la época en que te tocó vivir, de acuerdo a lo que decidiste ser y hacer en la vida, de acuerdo a lo que decides dedicarte personal o profesionalmente, adaptándolo a tu estilo de vida, a tu propia cultura.
No se puede aprender chamanismo tomando peyote o ayahuasca, ni practicando rituales o lecciones místicas que no tengan que ver con tu vida. A manera de conocimiento cultural puedes asistir a un ritual chamánico en América o Australia, puedes ir a cursillos sobre chamanismo, puedes conocer presuntos chamanes, pero eso no te proporciona medios para que tú lo seas; tu verdadera escuela chamánica esta en tu sitio, tu trabajo, tu familia, tus amigos, tus verdaderos desiertos y selvas están en tu ciudad, tus verdaderos riesgos y peligros que te preparan para ser chaman están en tu propia vida y en tu propio entorno, ya que si vives tus propias experiencias, si sabes aprender de lo que sufres y disfrutas, de lo que vives, si alcanzas a comprender tu propia vida, a formularte tus propios proyectos de vida, a luchar por esos proyectos, a aprovechar los conocimientos que te han dejado tus experiencias, habrás podido desarrollar esas facetas de chaman.
El chamanismo no es tan solo un espectáculo folclórico o exótico, el chamanismo es aprender de la vida y de la muerte, de tus vivos y de tus muertos, pero sobre todo es aprender de tu propia vida, aprender a vivir y aprender a morir con aceptación.
Por tanto, el chamanismo a la europea es que un europeo aprenda en Europa lo indispensable para vivir bien, para vivir de una manera inteligente y plena. Un chaman no presume de ser chaman, simplemente sabe vivir y morir como un chaman. -
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