El martes saltaba a los medios una propuesta de Tony Blair contra la conflictividad social. Viniendo de un militante del laborismo, uno enseguida piensa en reformas económicas y políticas que hagan posible la superación de la sociedad dividida en clases: proclamación de la república como forma de gobierno y expropiación inmediata de los bienes de la Isabel y «el orejas», abolición de la propiedad privada de los medios de producción, nacionalización de la banca, desmantelamiento del estado como órgano de la clase, revisión de las relaciones internacionales de dominación dando paso a la libre determinación de sus colonias, etcétera. Lo propio del laborismo, es decir, del obrerismo.
Pero no. Sigo leyendo la noticia y resulta que la conflictividad social de la que habla no es resultante de una sociedad polarizada entre poseedores y desposeídos, sino de unos problemillas que tienen con el «5% de la población infantil de conducta desordenada que consume cannabis, abusa del alcohol y a veces tienen contacto con la policía (sic)».
Las medidas propuestas se aplicarían sobre el 2% de la población. Serían medidas de castigo sobre las familias más conflictivas, consistentes en la «retirada de ayudas a la vivienda y el destierro para las más reincidentes», pues son familias de «alto riesgo, alto perjuicio y alto coste».
Y Tony, pragmático y eficaz, propone que sean aplicadas también a familias de niños conflictivos aún no nacidos pero que, gracias a la ciencia de la estadística, sabemos que lo van a hacer en un entorno propiciatorio para que sean unos cabroncetes de tomo y lomo.
El asunto no es nuevo. Ya se propuso en Alemania. No, no en la de los años 30. No en la malvada comunista RDA. Fue en la democrática Alemania de los 70 en relación a los militantes de la RAF (Fracción del Ejército Rojo), los conocidos mediáticamente como Banda Baader-Meinhof. Aquéllos a los que asesinaron en la cárcel.
El Blair alemán de turno propuso como medida profiláctica antiterrorista estudiar las historias de vida de los de la RAF y extraer las variables comunes que hacen a un individuo ser un futuro terrorista pudiendo así atajar el problema desde el jardín de infancia, e incluso antes.
¿Por qué, Dios mío, al ver lo que habían traído al mundo, las mamás del trío de las Azores no los ahogaron al nacer? -