Los caracoles
La otra noche quedé prendado del programa de Eduard Punset, “Redes”, que se dedicaba a hablar del sexo, y lo hacía poniendo la vida sexual de los caracoles como una fuente de conocimiento y una manera de comprender algo nuestro comportamiento social. Y sexual. Sin lugar a dudas me parece el programa más entretenido del mundo. Mucho más que “59 segundos” que ha cambiado de presentadora, pero no de contertulios, y aunque se diviertan mucho, la verdad sea dicha, a mi me cuesta mucho ver a Pedro J dictando doctrina periodística o política. Yo no sé si su vida sexual tendrá explicación mirando la de los caracoles, pero para mi que soy gran consumidor de caracoles a la plancha, su figura me recuerda más a la de una babosa. Y no estoy hablando personalmente, sino que es una metáfora subliminal, una manera de entender su cinismo.Los de TVE son unos pardillos. Colocan a personajes de esta calaña en el programa por miedo. O por mantener cuotas. O por exigencias del guión. Pero la actitud constante de este señor en el programa es como si fuera suyo. Vaya, como si fuera su piscina. Tiene una soberbia que ni siquiera su amado Aznar le llega a hacer sombra, pese a sus alucinaciones con Fernando e Isabel. Y sus ideas, sus nociones de democracia son tan flojas y variables según los cambios bursátiles que da cierta grima escucharlo repetir argumentos engolados que solamente tienen por detrás intereses económicos. Quizás sea una manera de desprestigiarlo, colocarlo y darle mucho tiempo. Así se conoce quién es, pero la verdad sea dicha, este auténtico dirigente de la parte más extrema de la derecha aznarista junto al portavoz radiofónico de los obispos, podrían presentarse en alguna candidatura y dejarnos un rato tranquilos. Pero no ganarían tanto dinero, ni que salieran por Marbella. Estos señores no hacen ninguna gracia. En una televisión pública deberían cuidar un poco más su plantel de tertulianos. Y por sus fabulaciones del 11-M intentando involucrar a ETA de la manera que sea, debería ser perseguido de oficio. Excelentísimo señor don Baltasar Garzón: tiene su gran oportunidad. Me temo que seguiremos viendo “Redes” para aliviarnos. -
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