MANCHESTER
Miles de personas protestaron ayer en Manchester por la presencia de soldados británicos en Irak y Afganistán y exigieron la marcha de Tony Blair un día antes del comienzo de la Conferencia del Partido Laborista que se celebrará a partir de hoy y hasta el próximo jueves. Los manifestantes abarrotaron la plaza de Albert Square antes de dirigirse al palacio de congresos de Manchester, escenario del congreso más complicado para los laboristas.Familiares de militares muertos en Irak estaban acampados a unos pocos metros del hotel donde se aloja Blair, en el «campamento de la paz», donde los activistas han levantado varias tiendas de campaña.
Entre las pancartas de los manifestantes se podían leer lemas como «No a la guerra», «Rompamos el círculo de la violencia», «Bush y Blair, hermanos de sangre» o «Ha llegado la hora de irse» .
Durante el mitin posterior a la manifestación se leyó un manifiesto en el que se acusaba a Blair de secundar a Estados Unidos en guerras ilegales en Irak y Afganistán y de no condenar los ataques del Ejército de Israel contra Líbano.
Blair «va a caer, pero no a causa de la economía o de grandes asuntos sociales; va a caer por una razón... porque está en las guerras y por la obscena relación tipo Mónica Lewinsky que mantiene con Bush», afirmó el diputado George Galloway, antiguo miembro del partido laborista, ante la multitud.
Glyn Robbins, portavoz de la coalición «Parad la Guerra», organizadora de la protesta, afirmó que Blair «no debe pasar un minuto más en el poder», ya que «debe pagar el precio» de los errores cometidos tanto en su política exterior como con las reformas privatizadoras de los servicios públicos.
«Además añadió queremos lanzar un mensaje para su sucesor, sea o no Gordon Brown: Si hemos podido ‘echar’ a un primer ministro, podremos deshacernos de otro».