WASHINGTON
Aznar participó en el seminario ‘Amenazas globales y estructuras atlánticas’, del think tank conservador Hudson Institute, y respondió así a una pregunta durante la conferencia. «Es muy interesante ver que mucha gente en el mundo islámico reclama que el Papa pida perdón, pero no oigo a ningún musulmán que me pida perdón por conquistar España y estar allí ocho siglos», dijo Aznar.
«¿Cuál es la razón por la que nosotros tenemos que pedir disculpas y ellos nunca tienen que hacerlo?», se preguntó Aznar en un discurso pronunciado en inglés. El Hudson Institute difundió ayer contenido del discurso del ex presidente. Aznar en un momento de su intervención también se definió como «un admirador de Isabel y Fernando», los llamados Reyes Católicos.
Aznar consideró que el «fundamentalismo islámico debe ser confrontado porque no hay otra opción».
«Nos atacaron ellos»
En su opinión, el mundo está ahora «bajo un ataque constante del que debemos defendernos. Occidente no atacó al Islam, sino que nos atacaron ellos». En ese aspecto, criticó la «falta de liderazgo en Europa» y la «división» existente en los países europeos.
Aznar apuntó que tras las manifestaciones del Papa Benedicto XVI sobre el Islam, desde Europa «no se han condenado las amenazas contra el Pontífice, sólo se ha dicho que eran desproporcionadas». Tras declararse un «optimista» y «un verdadero amigo de Estados Unidos» se mostró «convencido de que necesitamos auténticos ‘atlantistas’ y reconstruir Occidente».
También apuntó que en Europa «no sólo hay anti-americanos» sino que también hay «bastantes amigos» de EEUU, tras señalar que el «islamismo radical está fijando la agenda mundial».
Así, subrayó que un país «teóricamente moderado» como Marruecos llamara a consultas a su embajador en el Vaticano.
Antes de pasar al turno de preguntas y tras terminar de dirigirse a los asistentes, Aznar indicó en tono de broma que como no era «cubano, no hago discursos largos», en referencia a Fidel Castro.
En Madrid, el PP defendió las palabras de Aznar, y el PSOE las tachó de «irresponsables».