Lamiko Aldatz Dora se llevó ayer a Gamiz la txapela al mejor marmitako de Euskal Herria, tras competir con otras 139 sociedades gastronómicas por ese enorgullecedor primer puesto en el XXIXConcurso de Marmitako de Euskal Herria.Las cazuelas presentadas por la Sociedad Deportiva Cultural Etorki de Ugao, Garobel Mendiko Taldea de Amurrio, la Sociedad Micológica Laudio y la sociedad Zugaztieta de Trapaga se situaron por ese orden en el ranking de premiados, detrás de los de Gamiz.
Pero, más allá de la relación de premiados que distingue a las primeras 25 sociedades seleccionadas por el jurado, los organizadores destacaron el «excelente» ambiente que se vivió ayer en Elorrio, una localidad que, según subrayaron, se volcó en los preparativos del certamen. «De esta edición destacaría la participación que ha tenido el pueblo de Elorrio, la cantidad de gente que se ha prestado a ayudar en la organización y el ambiente que se ha creado. Diría que es una las mejores ediciones de estos últimos 29 años», señaló en representación de los organizadores Joaquín Peralta.
De hecho, puso el acento en la animación de calle que rodeó el concurso. Al buen ambiente reinante entre los centenares de cocineros que se afanaron por ser merecedores de la txapela, se sumó la siempre espectacular presencia de los gigantes de Iruñea, que todavía por la tarde bailaban en las calles de Elorrio y tampoco faltó la animación musical de trikitilaris y txistularis a lo largo de toda la jornada.
De los espacios preparados para la preparación de las cazuelas, el ambiente se trasladó a primera hora de la tarde a la comida de hermandad. Bajo una carpa se reunieron alrededor de 1.400 comensales, y para amenizar la cita, la organización dispuso una recopilación de canciones populares y música tradicional vasca, que dio pie a una posterior «canturriada popular». «Hemos cantado hasta el himno del Atlhetic», bromeó al respecto Peralta.
Otro de los aspectos que de la positiva valoración del certamen destacaron sus organizadores es la alta participación registrada. Junto a sociedades llegadas de distintos puntos de la geografía de Euskal Herria, destacaron la presencia de la Kultur Etxea de Madrid o la representación de la diáspora vasca en Chile.
Por otra parte, los organizadores hicieron especial mención al grupo de restauradores, enólogos, gastrónomos y ganadores de anteriores ediciones que formaron el jurado, entre los que también participó el conocido Fernando Canales, y añadieron que Bilbo, capital que ya acogiera el certamen en 1982, volverá a hacer los honores de anfitrión el año que viene «por estas fechas». -