- Bidasoa Irun
Final agónico en la primera victoria liguera del Bidasoa
·Arrieta robó el balón en la última jugada y anotó el contragolpe
BIDASOA IRUN 27 ANTEQUERA 25
Bidasoa Irun: Tabarand; Arrieta (5, 3p), Stankovic (1),Georgescu (4), Trivundza (4), Viudes (3), Bilbija (4) siete inicial, Moríñigo (5), Tioumentsev, Oneto, Nilsson (1), Erevik, Aranburu y Ventura. Antequera: Xabi Pérez; Curcovic, Soler (2), Lubej (3), Vico (1), Obradovic (5), Alexis Rguez. (4, 3p) siete inicial, Bilusic, Alcedo, Kogosev, Gudmestatd, Janhs (5, 1p), Muñoz (1), Ramos (4). Arbitros: Merino y Moyano. Descalificaron a Oneto por tres exclusiones y excluyeron a Nilsson, ambos del Bidasoa Irun. Parciales: 3-1, 4-3, 8-5, 11-5, 13-8, 15-12 (descanso); 17-15, 18-18, 22-21, 24-23, 25-24 y 27-25 (final). Incidencias: Unos 500 espectadores en el Polideportivo Artaleku.
IRUN
El Bidasoa sufrió mucho para lograr su primer triunfo liguero ante el Antequera que, a falta de veinte segundos, dispuso de un balón para empatar. Pero Arrieta, cuando su equipo jugaba en inferioridad, cortó un pase y se lanzó al contraataque, logrando el tanto que aseguraba la victoria local. Los irundarras no debieron padecer tanto, pero un segundo tiempo con muchos errores les llevó a ese final agónico. En el primer tiempo, el Bidasoa impuso su ley, porque los malagueños jugaron ataques muy largos y sin lanzamiento exterior. De ello, se aprovecharon los locales para mejorar paulatinamente sus números y alcanzar su mejor ventaja (11-5) que, sin embargo, el Antequera recortó poco antes del descanso. Los segundos treinta minutos dejaron al descubierto las limitaciones guipuzcoanas. Los laterales Janhs y Obradovic encontraron la portería de Tabarand con más facilidad de lo esperado y sus tantos pusieron al equipo malagueño con opciones de victoria. Los de Antonio Ortega cambiaron la defensa, con Muñoz adelantado, recortaron la diferencia e incluso se pusieron por delante (19-20), mientras el Bidasoa era un manojo de nervios con pérdidas de balón, pases al contrario y poco acertada selección de tiro. A Julián Ruiz, entrenador local, no le quedó más remedio que tirar de manual y de enfermería. Se decidió por incorporar a la cancha a Erevik y Nilsson, lesionados y ausentes en los partidos precedentes. Midió el riesgo, pero acabo acertando.
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