Tercera parada no programada en veinte días en la central de Garoña
·La planta sufrió la noche del jueves un fallo eléctrico en el generador principal
Nueva parada no prevista en la planta nuclear de Garoña y de nuevo arrecian las críticas contra esta vieja central, tras sumar ya tres incidentes similares en apenas veinte días. Ocurre en un «momento poco oportuno», como admitió ayer un portavoz de la empresa propietaria de la planta. La parada tuvo lugar la noche del jueves, debido a un fallo en el regulador de tensión del generador principal. Colectivos ecologistas y Batasuna exigieron de nuevo su cierre inmediato.
GASTEIZ
Nuclenor, empresa que gestiona la central nuclear de Garoña, informó ayer de una actuación «anómala del regulador de tensión del generador principal», que originó el pasado jueves, a las 21.17, la parada automática de la planta. Se trata del tercer incidente en menos de un mes de la central más antigua del Estado español.Antonio Cornadó, portavoz de Nuclenor, aseguró que esta anomalía se ha producido en un momento «nada oportuno», aunque resaltó que la instalación y los sistemas de seguridad funcionan correctamente. Resaltó en que la avería «no es grave» y ha dicho que «no es nada anormal que en instalaciones de este tipo» se produzcan este tipo de fallos. Señaló, por ello, que estas paradas «no deberían» de incidir en la decisión que adopte el Ministerio de Industria español, sobre la solicitud para ampliar el período de explotación de la planta hasta 2019. Los grupos ecologistas, por contra, no comparten la opinión de Cornadó. Desde Eguzki, Alberto Frías subrayó que los sucesivos fallos en periodos cada vez más cortos en el sistema operativo no hacen sino «corroborar la denuncia» que desde hace años se viene realizando. Exigió que se aplique la cláusula recogida en la Orden del Ministerio de Industria y Energía de 5 de julio de 1999 por la que se renovaba el permiso de explotación para 10 años en la que consta que puede dejarse el mismo sin efecto «en cualquier momento, si se comprobase la existencia de factores desfavorables» desde el punto de vista de seguridad nuclear.
Manifestación en Gasteiz
El portavoz de Eguzki pidió el cierre cautelar inmediato y que se inspeccione el estado de la central por técnicos «independientes al lobby nuclear». También llamó a acudir de forma masiva a la manifestación convocada para el 21 de octubre por la Iniciativa Araba sin Garoña, a las 19.00, desde la plaza de la Virgen Blanca de Gasteiz. Carlos Bravo, miembro de Greenpeace, se refirió en líneas similares. Insistió en que el hecho de que los sistemas eléctricos estén fallando es «peligrosísimo», ya que puede poner en riesgo la seguridad. Subrayó que mantener una central funcionando en unas «condiciones pésimas, técnicas y de Cultura de Seguridad es jugar a la ruleta rusa con la salud pública y el medio ambiente». Batasuna también quiso opinar al respecto. Ratificó lo mencionado por los colectivos ecologistas. Exigió al Gobierno de Madrid su cierre inmediato, al considerar que se trata de una central «obsoleta», que representa un «grave peligro» para la ciudadanía. Recordó que la sociedad lleva tiempo reclamando su desaparición y que ha llegado la hora de que «los gobernantes cumplan la voluntad popular, ya que pone en peligro la salud y la vida». El diputado general de Alava, Ramón Rabanera, por su parte, aconsejó no causar «alarma» por esta nueva parada no programada, al tiempo que indicó que hay «mucha demagogia» en torno a esta central nuclear. Manifestó que en caso de que se decida cerrarla «yo no tengo inconveniente», aunque preguntó por la alternativa energética que se pondría en marcha. «Nadie aporta soluciones, por lo que, hoy por hoy, las centrales son imprescindibles», concluyó diciendo Rabanera.
Enfrentamiento en Miranda
GASTEIZ Trabajadores de Garoña y vecinos de Miranda de Ebro que exigían el cierre y portaban carteles que anunciaban la manifestación del próximo día 21 en Gasteiz, se enfrentaron en el pleno celebrado el pasado jueves en el Ayuntamiento de la localidad. No faltó el desalojo policial. La Corporación, por su parte, rechazó, con los votos contrarios de PP y la abstención de PSOE, una moción que exigía el cierre de la planta. Anteriormente ya se había aprobado otra propuesta similar gracias al propio PSOE, IU y una plataforma local.
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