ZORNOTZA

Menores de Zornotza, y los otros tres, antiguos usuarios del mismo, fueron detenidos a primera hora de la madrugada de ayer, acusados de intentar quemar el citado recinto propiedad de la Diputación foral de Bizkaia, según información facilitada por la Ertzaintza.

El fuego, que provocó escasos daños, se habría iniciado poco antes de la medianoche del jueves. La causa habría sido una manta que fue colocada sobre una viga de sujeción del pabellón del centro y a la que habrían prendido fuego. El humo alertó a un interno, que informó a uno de los empleados del incidente. Las llamas fueron sofocadas por un empleado y otros internos, que habrían utilizado un extintor, toda vez que el monitor alertó a la Ertzaintza del incidente.

Una vez extinguidas las llamas, y mientras esperaba la llegada de los ertzainas, el monitor tuvo que intervenir otra vez, ya que esta vez había sido incendiado un bidón de basura junto a otro de los travesaños de sujeción del edificio.

Según las primeras investigaciones, el móvil del sabotaje podría ser «el descontento de los jóvenes» al tener que abandonar el centro por cumplir la mayoría de edad.

Tras recabar información sobre el incidente registrado en el Centro de Menores de Zornotza, la Ertzaintza inició la búsqueda de los presuntos autores, que fueron localizados poco después en una casa abandonada del barrio de Euba, en las cercanías del propio centro de acogida ubicado en este barrio de Zornotza.

Los ertzainas procedieron a la detención de los cuatro jóvenes, uno de ellos menor de edad e interno del centro, bajo la acusación de un delito de daños, así como de allanamiento de morada. Los arrestados fueron trasladados a dependencias policiales para realizar las correspondientes diligencias.

LAB valoró ayer que lo ocurrido en Zornotza responde a una situación de masificación y a una normativa discutible en algunos extremos. «No hacen falta tantos almacenes, ya que se está demostrando que los chavales responden mejor si conviven en pisos. En Zornotza están casi 90 y, según la normativa, cuando cumplen la mayoría de edad, si no llevan año y medio en el centro, les ponen la bolsa en la calle y no tienen derecho a otros acogimientos, ni a ayudas económicas», indicaron fuentes de este sindicato.

Por otra parte, observa LAB que la manera de gestionar los centros y pisos de acogida es también decisiva. Según valoran desde LAB, «en Zornotza hay una contrata para servicios y la limpieza no funciona demasiado bien. Nosotros apostamos por centros públicos, con personal contratado directamente, y por pisos en los que los chavales funcionan de manera semiautónoma».