La cueva de Santimamiñe cierra sus puertas durante un año a partir del próximo sábado
·Su preocupante estado recomienda eliminar los accesos del interior, apagar la iluminación e impedir las visitas
La cueva de Santimamiñe cerrará sus puertas al público a partir del próximo sábado, ante el «preocupante» estado de este conjunto de arte rupestre y geológico, alterado por las visitas, los accesos y la iluminación. La diputada foral de Cultura, Belén Greaves, presentó ayer en las Juntas Generales de Bizkaia las conclusiones del Estudio de Control y Seguimiento Medioambiental de la famosa cueva de Kortezubi que establece una serie de actuaciones.
BILBO
El Estudio de Control y Seguimiento Medioambiental de la Cueva de Santimamiñe forma parte del proyecto denominado Santimamiñe 2007, que se dará a conocer en su integridad el próximo ejercicio. Las conclusiones del informe encargado por la Diputación fueron presentadas ayer e indican que, en la actualidad, al final de un largo proceso de intervención en la cueva (1916-2006), «estamos ante un bien patrimonial muy vulnerable y frágil». Esta condición, que es intrínseca a cualquier cavidad y máxime si contiene arte rupestre paleolítico, se ve agravada en el caso de Santimamiñe por la presencia en su interior de unas infraestructuras «obsoletas», destinadas al acceso e iluminación, que están «produciendo constantemente procesos de alteración muy activos que sin ningún genero de dudas están dañando a la cueva y a su contenido artístico». A esto se ha de añadir la acumulación de «suciedad, polvo y posiblemente esporas de procedencia exógena aportadas por las visitas y acumuladas sobre paredes y suelos». Así, el informe asegura que el sistema de iluminación y las estructuras metálicas están favoreciendo procesos muy activos de desarrollo de colonias de microorganismos y vegetación, oxidaciones, condensaciones y variaciones de parámetros ambientales. De forma particular, el sistema de iluminación supone incrementos de temperatura de la atmósfera de la cueva, superior incluso a los que se deben a la entrada de personas y por otro lado al proyectar calor y luz sobre áreas fijas de la cavidad provocan crecimientos fotosintéticos en esas zonas. Junto a ello hay otra serie de elementos de alteración fijos, como los anclajes de las puertas y estructuras, aperturas de secciones de paso, excavaciones arqueológicas, escaleras y suelos tallados en la roca, etc. Por otro lado, el régimen de visitas que ha sufrido la cueva en décadas pasadas y el que ahora tiene «constituyen un conjunto de afecciones derivadas del uso que producen unos procesos de alteración específicos: introducción de materia orgánica y otros residuos, levantamiento de polvo y posiblemente esporas de la zahorra del suelo, y alteración de la temperatura y del CO2 ambiental».
Apagar la cueva
Ante el lamentable estado del conjunto, el informe recomienda un conjunto de actuaciones que supongan «apagar» la cueva y retirar elementos e instalaciones, siempre que se garantice un mínimo o nulo impacto estas actuaciones. Esto implica desmontar el sistema de iluminación, las infraestructuras de acceso y de cierre del interior de la cueva y, en todo caso, evitar la remoción de los suelos de zahorra. Después, se procederá a la eliminación de las colonias vegetales y a la limpieza y restauración de las superficies.
Reapertura y acceso solo al vestibulo
El cierre de la cueva de Santimamiñe se producirá el próximo sábado y se mantendrá durante un año. Tras acometerse una serie de obras en su interior, la cueva volverá a abrir sus puertas para permitir el acceso del público sólo al vestíbulo, área donde se encuentra la actual excavación arqueológica. El resto de la gran cavidad quedará definitivamente cerrada y sin iluminación y sólo se abrirá para investigación y mantenimiento. -
Nuevo equipamiento para una visita virtual
BILBO Dado que no será posible la visita a la cueva más allá del vestíbulo, la Diputación pretende dotar al proyecto expositivo de un nuevo equipamiento que compagine la visita guiada a la cueva y su entorno con la aplicación de un programa basado en nuevas tecnologías. La visita se iniciará al pie de la cueva y progresará en ascensión hasta el vestíbulo, lugar en el que se informará del alcance de los trabajos de investigación arqueológica que allí se estarán realizando. El vestíbulo estará dotado de una nueva plataforma de exhibición, reversible y flexible, que sirva para mostrar los valores de la cueva, a la par que permita la ejecución de excavaciones arqueológicas en este ámbito. Se pretende retomar la excavación sistemática de la cueva, dado los excepcionales resultados obtenidos en las campañas de valoración realizadas (2004-2006), por un periodo anual de seis meses. Una vez concluida la estancia en el interior de Santimamiñe, el público visitante tendrá la oportunidad de disfrutar de la visita virtual a la cavidad: paseo por la cueva, incluida la visita al santuario paleolítico donde se encuentran las pinturas y grabados magdalenienses. La cueva de Santimamiñe se localiza en la cara sur del monte en Ereñozar, entre las cuevas de Atxondo y Sagastigorri, en la cuenca del parque natural de Urdaibai. Este año se cumplen 90 años del descubrimiento de las pinturas paleolíticas. El estado actual de la cueva es consecuencia de la explotación turística a la que ha estado sometida durante años.
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