El equipo de Rajoy ha lanzado en las últimas horas una ofensiva de las gordas contra el proceso atacando con todas sus baterías mediáticas a ZP. Y eso, claro, tiene reflejo en sus terminales mediáticas.

Ayer, en el rotativo “Información”, José Sanz Moliner alertaba de todos los males que vienen y se sustentaba para ello en los elementos con los que, debidamente distorsionados por sus aprendices de brujo, quieren confundir a la opinión pública española.

Decía Sanz Moliner que «si todos sabemos que esto va a ser un proceso ‘largo, duro y difícil’, lo que no está claro es que el resultado final, a la larga o a la corta, vaya a ser, como promete el Gobierno que lidia con este asunto, la paz sin pagar precio político, la rendición incondicional, el desarme total y la desaparición de ETA desde la cima de sus criminales capitostes hasta la cola de los últimos secuaces de los disturbios urbanos». Pues vaya plan.

Alertaba el autor de que «desde que se anunció el inicio de negociaciones con ETA, no sólo no se ha avanzado un solo paso sino que, por el contrario, el entorno de la banda, que es el que lleva la voz cantante, cada vez está más arriscado y defiende más intransigentemente unas condiciones y unas exigencias inne- gociables».

Y ahora llega la trampa saducea:«Evidentemente, hay que ceder por ambas partes; la cuestión es que la organización terrorista, reconociendo que está vencida, asuma que adoptar posiciones de fuerza es absurdo e imposible y que todas las cesiones que se hagan no pueden tener paralelismo alguno con las que ella, inevitablemente, debe hacer. No se trata de dos naciones, sino de un Estado de Derecho y una banda fuera de la ley, terrorista. De igual a igual, nada. Su posición de debilidad e ilegalidad la obligan a atenerse a las leyes vigentes, incluida la de Partidos, con el máximo rigor y a asumir las reglas del juego de una nación soberana y democrática que persigue al crimen organizado con todas las de la ley». Ya está claro qué tiene que ceder una de las partes. ¿Y la otra, salao?

Lo que termina de ponerle frenético es que «pese a que Batasuna ha repetido que jamás condenará la violencia terrorista (...) ni pedirá perdón; a pesar de que declara que sin la anexión de Navarra el proceso de paz carece de sentido, el propio Zapatero ha sugerido que Batasuna podría relegalizarse». El guión de la derechona cada vez se parece más a aquello de ¡qué viene el lobo! - msoroagara.net