Los y las baserritarras han transformado y comercializado directamente sus productos a lo largo de muchos años. En este momento, sin embargo, las industrias agroalimentarias están copando la transformación y la comercialización de alimentos, dejando a los y las baserritarras el papel de abastecer con materia prima a bajo coste las necesidades de dichas industrias.Es cierto que las inercias de la economía global apuntan en ese sentido, pero no cabe exculpar a nuestros gobiernos locales para escudarse en el tópico y resignarse ante una realidad teóricamente imposible de cambiar. Esta actitud no es de recibo, porque nuestras adminis- traciones tienen una responsabilidad importante en la pérdida de las relaciones comerciales directas entre producción y consumo. Su responsabilidad es manifiesta porque el apoyo a la industria agroalimentaria ha sido el eje principal de su política agraria, siempre en detrimento de la agricultura familiar y los pequeños productores y productoras.
Hoy en día las políticas agrarias encaminan a los y las baserritarras a un modelo de producción intensivo que persigue producir la mayor cantidad posible a bajo precio, con el único fin de abastecer a la industria agroalimentaria. La política agraria imperante se pone al servicio de esa industria, que es la que transforma y comercializa los productos.
Mientras tanto, las personas que apuestan por la venta directa se encuentran con más y más trabas en el camino, en muchos casos provenientes de la propia Administración. El cierre de los mataderos comarcales de la CAV es un ejemplo claro. El Gobierno de Lakua impulsó una industria cárnica que gestionase un único matadero de la CAV. Quiso eliminar toda posible «competencia» cerrando los mataderos comarcales, que eran la herramienta utilizada por baserritarras y carniceros para mantener una relación directa entre producción y consumo. Al fin y al cabo, el objetivo que se busca con esta operación es hacer girar todo el sector cárnico en torno a una sola industria. Los baserritarras se verían obligados a vender su producción a esta industria, cam- biando el modelo de producción tradicional por uno intensivo que produce más carne a menor precio y calidad. Este del sector cárnico es un ejemplo claro del modelo agrario por el que apuesta el Gobierno de la CAV. Las cosas son similares en el resto de Euskal Herria.
Pero el propio sector cárnico, el matadero de Durango, es también ejemplo de que las administraciones locales, en este caso los ayuntamientos, pueden apostar por la producción local y las relaciones entre baserritarras-carniceros-consumidores. Tanto es así que en breve la reapertura del matadero será una realidad en breve. La experiencia del matadero de Durango demuestra que la defensa de la producción local y la comercialización de la carne sin necesidad de estructuras industriales que se lleven el valor añadido, es posible.
La agricultura se enfrenta a una situación difícil, en la que la colaboración de la sociedad será muy importante. Las personas productoras y consumidoras se necesitan. Urge impulsar relaciones entre personas productoras y consumidoras, favorecer una relación directa que repercuta positivamente a ambas partes como alternativa al modelo productivo y de consumo oficial, del todo perjudicial para la sociedad. En ese sentido se ha celebrado la feria Lurrama en Baiona y se celebrará el Seminario Internacional sobre Agricultura de Responsabilidad compartida los días 10 y 11 de noviembre en Durango. Pretende ser un encuentro entre agricultores y agricultoras que han iniciado o pertenecen a grupos o movimientos implicados en esquemas de relación directa entre personas consumidoras y productoras.
Para las personas consumidoras se trata de una fórmula para obtener productos de calidad, mientras que indirectamente colaboran a mantener un tipo de agricultura sostenible. Para los y las baserritarras es la manera de lograr mayor valor añadido viviendo de una agricultura respetuosa con el medio ambiente y de carácter social.
Son foros, lugares de encuentro que posibiliten una agricultura y un consumo responsable, redundando en beneficio del conjunto de la sociedad. -