LEVANTE U.D. 2
REAL SOCIEDAD
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DONOSTIA
La Real agravó aún más su situación al salir derrotada ante un rival directo en un partido condicionado por el pésimo estado del terreno de juego, lo que hizo casi imposible la práctica del fútbol. Como se esperaba, el partido se decidió en una jugada a balón parado y la aprovechó el Levante. El gol de Courtois llegó ya al final en la única buena jugada de una noche que deja a la Real con cada vez menor margen de error.El resultado no refleja lo que se vio en un partido sin fútbol muy nivelado en el que hasta los últimos minutos la Real llegó más al área del Levante y dispuso de más remates, aunque sólo uno de Ansotegi en un lanzamiento de falta y el último de Díaz de Zerio cabe considerarlos como claros.
Pero este tipo de encuentros no se deciden por el juego, sino por las acciones a balón parado y la Real debía afrontar cada una de ellas como si la vida le fuera en juego, en ataque y en defensa. En esas acciones debía quedar claro quién se jugaba más en el envite y el Levante se impuso. Ya antes del gol de Meyong Ze el peligro rondó en una falta de Courtois que se paseó por el área pequeña sin que nadie despejara hasta que Labaka impidió el remate de Alexis.
Y en un corner posterior, con todo el equipo dentro del área para defender, con Garrido y Kovacevic sin marca para despejar el balón en la zona en la que remató Ettien y Aranburu y Xabi Prieto situados en el espacio desde que salió, el interior derecho se fue rematar sin oposición con toda la decisión que debían tener los realistas, la misma fe que tuvo Meyong Ze para rematar antes de que Rivas llegara a despejar.
Esa jugada decidió el partido porque ayer marcar primero eraclave, parecía claro que ese gol iba a llegar a balón parado y en esas acciones es donde menos admisible resulta que se falle. Porque con la situación actual se comprende que se cometan errores en pases o en golpeos, o que no se tenga confianza para intentar un regate,. Pero cuando hay una jugada de estrategia ahí es donde la necesidad debe resultar beneficiosa para tener más concentración y agresividad. Ahí debe imponerse el espíritu de supervivencia y la Real está perdiendo la vida en estas acciones. No aprovecha las que tiene a favor y no defiende bien las contrarias.
La Real tuvo en el primer tiempo varias faltas al borde del área y un corner y sólo una se lanzó con criterio y la remató Ansotegi. Los blanquiazules tenían más gente adecuada para imponerse en esas acciones y no lo aprovechó nunca.
Al margen de esa superioridad en la faceta que ya se consideraba decisiva sin saber que la lluvia iba a dejar el campo peor aún, la otra clave de la derrota estuvo en que ni el equipo ni su entrenador interpretaron bien el partido. Por lo visto sobre el césped, por llamar de alguna manera a la hierba que estaba anegada por la lluvia, y por lo que dijo Lotina en la rueda de prensa, la Real intentó mover el balón para buscar ataques elaborados que acabaran con centros desde las bandas.
Faltó un juego más directo
Pretender hacer eso en ese escenario impracticable no era lo mejor. La Real tenía que haber buscado un juego más directo que nunca para intentar aprovechar la envergadura de Kovacevic y para provocar segundas opciones o faltas y para evitar pérdidas de balón que pudieran permitir al Levante salir a la contra con velocidad.Además tampoco los cambios fueron los más acertados. Después de ver los minutos de Rossato ante el Villarreal, el poco acierto de sus jugadores a la hora de sacar las jugadas a balón parado si Gari tiene que sacar las faltas mal vamos y la desventaja en el marcador, parecía más adecuado sacar al portugués antes que a Juanito porque poder aéreo en teoría había suficiente y Mikel Alonso podía hacer mejor el trabajo que se necesitaba en el centro que el malagueño. Por contra, el tolosarra estuvo perdido en ambas bandas y siguió sin llegar un buen centro.
Fueron probablemente las claves de un partido al que en condiciones normales no había que darle mucha importancia porque estuvo condicionado por el terreno de juego, pero en la situación actual de la Real cada jornada es vital y más contra un rival directo que no demostró en ningún momento ser más que la Real, pero que ya le aventaja en diez puntos con un average difícil de superar en el estadio de Anoeta.
Lo peor no son sólo las distancias importantes que se empiezan a abrir con equipos llamados a pelear por la perma- nencia. Lo más grave es que no se corta la mala racha y eso genera una inercia negativa, una falta de confianza y una ansiedad que hace muy complicado al equipo salir de esa dinámica perdedora. Faltan todavía 29 partidos y es necesario tener más tranquilidad porque sin ella es muy difícil tomar las decisiones correctas y ganar el primer partido. La Real va a jugar los tres próximos en Anoeta ante Málaga, Betis y Espanyol y es imprescindible que empiecen a llegar las victorias y el apoyo de la grada va a volver a resultar fundamental. Hacer de tripas corazón y repetir el ambiente y la unión vivido ante el Villarreal es clave en las próximas semanas.
VALENCIA
Aitor López Rekarte comentó en su análisis del partido que «hemos tenido buena posesión de balón, pero nos ha faltado profundizar y ellos se han encontrado con el primer gol. El partido estaba claro que se iba a decantar en una jugada de estrategia y nos han pillado. A partir de ahí no han hecho nada, y al final nos han hecho el segundo gol. El equipo lo ha intentado, pero debíamos haber sido más verticales».
Añadía que «hemos estado mal en los centros. Con el estado del campo era difícil. Nada ha acompañado. Teníamos gente que va bien por arriba para hacer peligro en las jugadas de estrategia y no las hemos sacado nada bien cuando haber metido un gol en una acción de esas era clave para coger confianza y estar más tranquilos. Sin embargo, han sido ellos los que se han encontrado con un gol en una jugada que no puede pasar y no queda más que analizar nuestros fallos».
Se le planteó que la Real se equivocó al jugar el balón demasiado y respondió que «lo movimos bien para sacar más centros, pero había zonas en las que debíamos ser más verticales. Es difícil jugar contra un equipo que mete un gol y se mete atrás».
El capitán realista admitía que «la situación es muy complicada, nuestra Liga es ésta y hay que asumirla. Debemos ser conscientes de que somos responsables de estar aquí y hay que trabajar para salir lo antes posible. Intentamos hacer las cosas bien, pero no están saliendo y hay que mejorar cuanto antes los errores que cometemos y que nos están pasando mucha factura».
