AGOITZ
El llenado del embalse de Itoitz comenzó el 19 de enero de 2004. Desde el día 16 de setiembre de 2004 hasta hoy, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha registrado en el entorno del pantano un total de 508 terremotos. Algunos no los registra el IGN, sino que son detectados por los sismógrafos gestionados por la Universidad de Estrasburgo o bien por los sismógrafos del Ministerio francés de Defensa.Según datos aportados por la Coordinadora de Itoiz, desde el 1 de marzo de 2004 el número de movimientos sísmicos registrados alcanza la cifra de 515. El más fuerte se produjo el 18 de setiembre, con una magnitud de 4,6 grados en la escala Ritcher, según el IGN y de 5,3 según los sismógrafos de la Universidad de Estrasburgo.
Junto a todo ello, desde que comenzó el llenado se han registrado 120 episodios de ruidos extraños. «Ruidos muy fuertes, como explosiones, la última de las cuales se produjo el día 2 de octubre. Ruidos muy extraños que se oyen, algunos de ellos, en un radio de 40 kilómetros del embalse», relata el portavoz de la Coordinadora de Itoiz, Patxi Gorraiz. «Nosotros hemos pedido explicaciones por esos ruidos, nadie nos las ha dado y muchos grandes deslizamientos de laderas pudiesen haber comenzado por la generación de ruidos claramente perceptibles, como los que se están dando en Itoitz», añade.
Los movimientos sísmicos y los ruidos registrados desde que comenzara el llenado de este embalse son el mayor motivo de preocupación en este momento, ya que, según señala Gorraiz, «pudiera ser que esos ruidos se deban al deslizamiento en profundidad de la ladera izquierda, que ya se está produciendo. Un terremoto de 4,6 grados o mayor que se puede producir, con epicentro en la propia ladera izquierda que se desliza, aceleraría el deslizamiento, lo podría hacer imparable y causar la catástrofe».
Esa es la visión de la Coordinadora, que contrasta con la actitud mantenida por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) que, en un principio, aseguró no tener «constancia» de los ruidos, para valorar, posteriormente, que «sólo los oíamos los opositores a Itoitz».
Sin embargo, en el informe que encargó la ministra española de Medio Ambiente, Cristina Narbona, concretamente al Colegio de Geólogos, se proponía instalar un sistema sónico para registrar los ruidos producidos en el entorno del embalse.
Los citados informes encargados a los colegios de Geólogos e Ingenieros que, por otra parte, venían a decir lo mismo que los elaborados por los técnicos que trabajan con la Coordinadora, recomendaban también elaborar estudios básicos y rehacer prácticamente todos los estudios sobre el deslizamiento de la ladera y la sismicidad; pedían un estudio de la resistencia de los materiales que conforman la ladera y otro sobre la saturación de la misma; instaban a duplicar el número de inclinómetros medidores del deslizamiento de la ladera; y proponían más instalaciones para medir terremotos.
«Había que empezar de cero»
Tal y como valoró la Coordinadora en su momento, estos informes «determinaban prácticamente comenzar de cero, pero con el problema de que el embalse estaba hecho y al 40% de su capacidad».En marzo de 2006, la ministra Cristina Narbona ordenó a la CHE ralentizar los ritmos de llenado y vaciado del embalse de Itoitz, a un máximo de 10 hectómetros cúbicos al mes, lo que suponía alargar en el tiempo el proceso de llenado. Sin embargo, la CHE anunció en julio la elaboración de un nuevo programa de puesta en carga, con el que, según la Coordinadora, «no se respetan las órdenes dadas por la ministra».
La CHE puso en marcha el programa, vaciándose inicialmente a una velocidad superior al triple de los 10 hectómetros cúbicos «y ahora también está llenando a una velocidad superior». Todo esto sin olvidar que los estudios requeridos se debían haber realizado con el embalse vacío, «sin riesgo de amenaza para la población aguas abajo, porque en Itoitz, cuanto más agua haya, la amenaza será muchísimo mayor».
La Coordinadora de Itoiz ha solicitado al Ministerio de Medio Ambiente, acogiéndose al derecho europeo de acceso a la información en materia de medio ambiente, los citados informes, «pero todavía denuncia Gorraiz no disponemos de esa información». Tampoco obra en poder de la Coordinadora el programa de puesta en carga de la CHE. «Nos ponen todas las trabas habidas y por haber para acceder a una información que debe ser pública», añade.
El objetivo de la Coordinadora no es otro que «conseguir toda esa información para que los técnicos que trabajan con la Coordinadora puedan analizarla y hacerla pública», en el camino del vaciado total y definitivo.
«Inquietud y compra de voluntades»
Con esta situación de terremotos y ruidos constantes, quienes habitan el entorno del pantano «viven con mucha inquietud porque la amenaza está ahi y eso se vive con mucha preocupación, toda vez que hay gente que cree que el riesgo es muy real», constata Patxi Gorraiz. El portavoz de la Coordinadora añade que iniciativas como la Fundación Itoiz-Canal de Navarra «tratan de comprar voluntades. A cambio de lo negativo, chorro de millones para hacer infraestructuras como el polideportivo o el campo de fútbol de Agoitz». -
