IRUÑEA

Osasuna llega tocado al Sánchez Pizjuán. Ocho partidos oficiales consecutivos sin paladear un triunfo no es para menos. Y para colmo, la hora de la reacción debe producirse ante el mejor equipo del mundo en la actualidad, o al menos así lo atestigua la particular clasificación de la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol, donde los hispalenses llevan una ventaja de 20 puntos con respecto al Barcelona, segundo clasificado.

Además, los andaluces les tienen muchas ganas a los rojillos, que han sido los últimos y únicos en imponerse en la denominada bombonera en lo que va del presente año. Un ya lejano cinco de febrero, y gracias a un gol de Milosevic en el minuto 60, Osasuna fue el último equipo en obtener una victoria en el campo sevillista hasta el momento.

No es de extrañar, pues, que este dato, añadido a la enconada rivalidad que han protagonizado los enfrentamientos de ambas escuadras en las últimas temporadas, haya generado largas colas de aficionados ansiosos por conseguir una entrada y transformar el Sánchez Pizjuán en una encerrona para los navarros. Se ha llegado a catalogar el partido incluso de derbi en el entorno del equipo de Nervión, donde no han faltado declaraciones de algunos jugadores locales echando todavía más leña al fuego.

De ahí que Osasuna vaya a encontrarse con un rival para nada relajado, pese a su privilegiada posición clasificatoria, y sí, en cambio, motivado y ademas descansado, al no haber disputado competición europea entre semana, a diferencia de los rojillos.

Toda una serie de factores negativos, a priori, pero que a los navarros no les queda otro remedio que verlos como revulsivos, dadas las prisas que se han desatado en el entorno osasunista por obtener una victoria cuanto antes. Los de Ziganda muy bien pueden mirarse en el espejo del año pasado, cuando precisamente los tres puntos cosechados en el Sánchez Pizjuán sirvieron para romper la mala racha que sobrevoló al conjunto navarro a lo largo del mes de enero.

Pese a que la política de rotaciones no está propiciando los mismos frutos de la pasada campaña, el técnico de Larraintzar volverá a darle otro vuelco a la formación inicial, con seis nuevos cambios. La defensa será prácticamente nueva ­sólo se mantiene Corrales, debido a las anginas que padece Monreal­, apostando Ziganda por un bloque más de contención que de proyección atacante, con dos medios centros defensivos, Nekounam y Puñal.

No resulta raro si tenemos en cuenta que el Sevilla es el segundo conjunto más goleador de la categoría, con 17 tantos, y que entre sus filas se encuentra el actual pichichi de la Primera División, el malí Kanouté, quien suma siete dianas.