Maite Soroa
El lenguaje del palo y tentetieso
Dicen que el proceso no pasa por su mejor momento y no falta quien, aprovechando la jugada, coloca nuevamente su mercancía sobre el mostrador. El «especialista» de “La Razón”, Jesús María Zuloaga, no se cansa de pedir más leña, o sea, mano dura.Dice Zulo que «la banda se envalentona día a día, hace alarde de las armas que tiene, en los montes de Oyarzun y en la portada del ‘Zutabe’. De paso, para reponer los arsenales que la Guardia Civil le dejó casi vacíos en 2004, perpetra el robo de Nimes. El tono de sus escritos y declaraciones es cada vez más altisonante y los terroristas repiten hasta la saciedad sus exigencias de independencia». Y, después de esmerarse en poner nervioso al personal, Zuloaga advierte que «lo malo de todo esto es que se transmite la imagen, cierta o falsa, de que Zapatero no tiene, a estas alturas de legislatura, otra bandera a la que aferrarse, que ha confiado gran parte de su capital político, y el de su partido, a lo que pueda obtener de los terroristas». O sea, un Gobierno débil, extremadamente débil. De lo que se trata es de acreditar que ZP no puede guiar el barco y que se impone un cambio de piloto. Y para ello, cualquier argumento es válido. Así asegura Zuloaga que «la situación ha llegado a un punto en que el Gobierno, aunque quisiera, no puede dar nada a ETA. La banda, con sus exigencias públicas, se lo ha puesto muy difícil, por no decir imposible. Cualquier cesión sonaría a rendición». También pudiera entenderse como el triunfo del sentido común, pero, claro, eso no interesa a los estrategas de la derechona. Ahí sólo prima el interés por regresar a La Moncloa y mantener a las vascas y los vascos donde estamos. Aunque no queramos. Y por ello insiste el «especialista» en que «resulta
preocupante y, en ocasiones, patético, el esfuerzo de los exégetas del ‘proceso’
por encontrar oro donde sólo hay piedras, en adivinar intenciones pacíficas
donde sólo hay amenazas y fechas de caducidad. Se consigue con ello seguir dando
cuerda a la bestia y que llegue a la conclusión de que el Gobierno, al final, va
a pasar por dónde y cuándo ellos quieran. Por más que ahora se indigne y repita,
los consabidos bla, bla, bla. Los terroristas sólo entienden un lenguaje, el de
la autoridad». A la fachenda le pasa eso, que no saben entenderse si no es con
el dedo alzado, en formación militroncha y con un grito de ¡ar! al concluir la
perorata. Son así. - msoroa@gara.net
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