El último trabajo sobre ahorro que ha elaborado la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) confirma la pérdida que se está produciendo en las familias debido a que existe una «peligrosa tendencia» en el elevado pago de los créditos hipotecarios para financiar las viviendas. Culpan de esa situación a los bajos tipos de interés, por un lado, y a las fórmulas diversas para captar nuevos clientes de hipotecarios por parte de las entidades financieras, ya que el acceso a los créditos es más fácil y, en cambio, el peligro de no poder hacer frente a este capital también se incrementa, sobre todo, porque se está confirmando que los incrementos salariales reales se encuentran por debajo de la inflación anual.

Según los datos oficiales, en los últimos cuatro o cinco años se ha producido «un fuerte endeudamiento de las familias, que rondará a final de 2006 el 80% del PIB, lo que significa el 125% de su renta bruta disponible y, por otro lado, las empresas alcanzarán una deuda financiera del 107%, lo que supone encontrarse entre las más elevadas de la zona del euro». Las cajas de ahorro constatan, en este sentido, que esa situación «deja a las familias y a las empresas en una posición mucho más expuesta que antes a las subidas de los tipos de interés y a otros avatares de los mercados financieros».

En este contexto, Funcas confirma que el volumen de ahorro bruto por habitante en 2005 en Hego Euskal Herria fue el más elevado en el conjunto del Estado español.

Araba cuenta con un ahorro familiar de 3.406 euros por habitante. Le sigue Gipuzkoa con 3.295 euros, Nafarroa, con 3.194 y Bizkaia, la menos ahorradora, con 3.077 euros.

En los últimos cinco años, la cuota de ahorro «ha tendido a deteriorarse ligeramente, pasando de representar el 20,5% del PIB a los precios de mercado en 2000, a descender al 19,8% en 2005».

Sobre el nivel de renta disponible, el estudio determina que «a partir de 2004, la carga financiera supera al ahorro primario, es decir, antes de deducir el pago por intereses llegando, según la estimación de 2006, a alcanzar un volumen de casi el doble del ahorro primario de las familias». Esas estimaciones «constituyen un elemento de preocupación tanto por su carácter amenazante sobre el equilibrio de la economía familiar, que más pronto o más tarde tendrá que comprimir su consumo y su ahorro para sanear la situación económica, como por la senda explosiva en que el endeudamiento amenaza con entrar». En este caso, el informe reconoce que desde 2004 «el ahorro es insuficiente para cubrir las amortizaciones de los pasivos (préstamos)».

Ante este difícil panorama, Victorio Valle, director general de la fundación, a modo de conclusión, confirma que «un 30% de las familias ahorran tanto en términos reales, como financieros, otro 60% ahorra en términos reales; pero no aumenta su riqueza financiera porque tienen que hacer frente a la amortización de sus deudas y el restante 10% de los hogares no ahorra, ni real ni financieramente. Están sumidos en un endeudamiento progresivo y preocupante».

Asegura que la raíz fundamental del problema de los endeudados es «su afán consumista y de adquisición de vivienda propia». Valle advierte que la única salida para evitar este deterioro «se encuentra en endurecer las condiciones de acceso a los medios financieros por la vía de un estudio riguroso de solicitudes de crédito».

Sin embargo, unos y otros reconocen que esa situación lastimosa por la que atraviesa el ahorro no puede paralizarse en esa vía porque las propias entidades financieras están apostando por fórmulas más flexibles de pago para atraer a nuevos clientes porque el negocio del crédito hipotecario es una de las vías más importantes de obtención de beneficios. Los hipotecarios crecen por encima de un 18% en las cajas de ahorro y los bancos.

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, explicó ayer que los riesgos en la evolución del sector de la vivienda no afectan sólo al Estado español, sino también a otros países como los países Bajos o Irlanda. En los tres explicó, ha habido «incrementos muy fuertes» en el precio de la vivienda y un aumento del porcentaje de endeudamiento de las familias «para comprar un bien que puede estar sobrevaluado en sus actuales precios». Según los datos de Bruselas, el endeudamiento familiar llegará en el Estado español al 101% del PIB; en Irlanda, al 125%, y en Países Bajos al 140%. «En un entorno de subida de tipos de interés sin duda eso representa un riesgo», destacó Almunia. -

BILBO