Los jóvenes y las mujeres de Bizkaia piden mejores salarios y mayor estabilidad laboral
Un análisis sociológico sobre la calidad del empleo en Bizkaia, encargado por el Departamento foral de Empleo y Formación, desvela que más de un tercio de los jóvenes reclama mejores salarios y estabilidad laboral, mientras que las mujeres priorizan la seguridad en el puesto de trabajo y la conciliación de la vida familiar y laboral por delante de los sueldos. En general, el estudio establece que los vizcainos «están relativamente satisfechos», pero «existen lagunas en la calidad del trabajo que aventuran problemas para el futuro». Los empresarios, por su parte, reclaman más ayudas.
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«Los trabajadores de Bizkaia están satisfechos de forma moderada con la calidad de sus trabajos , y reconocen carencias», según sintetizó el diputado foral de Empleo y Formación, Julio Artetxe, que presentó el resultado del análisis sociológico sobre la calidad del empleo con el responsable de la empresa Ikerfel, Joseba Ezpeleta, que ha dirigido el estudio en el ámbito laboral. Esta iniciativa es pionera en Euskal Herria y es comparable a la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo que realiza el Ministerio español de Trabajo y Asuntos Sociales. En general, «los trabajadores se muestran satisfechos con la calidad de su trabajo, la puntúan con un siete sobre diez en la escala», lo que coincide con la división actual entre la tasa de temporalidad que ronda el 30% del empleo. Con la reforma laboral puesta en marcha en el mes de julio, se dijo que este índice iba a remitir, pero, aunque se están realizando más contratos de trabajo fijos, la tasa de temporalidad no da marcha atrás. Esa situación la padecen más los jóvenes y las mujeres. De hecho en el estudio sociológico, ambos colectivos son los que más carencia encuentran en lo que consideran calidad del empleo. Joseba Ezpeleta afirmó que «entre los insatisfechos y los críticos tenemos a un 36% de los empleados, pero se eleva al 37% de los jóvenes entre 16 y 25 años y alcanza el 43%entre las mujeres desempleadas entre 26 y 45 años». Destacó también que un 44% no está satisfecho con las garantías legales sobre el empleo, otro 42% considera que no se está realizando una adecuada prevención de riesgos laborales, un 40% critica que el trabajo que tiene no le permite «una realización personal» y ese mismo porcentaje critica la duración de la jornada laboral. Afirmó que «a estos factores habría que añadir el 31% de los no satisfechos con la estabilidad laboral, un porcentaje muy próximo a la tasa de temporalidad del mercado de trabajo». Por su parte, el diputado foral de Empleo y Formación de Bizkaia, Julio Artetxe, desgranó el resultado del trabajo en los colectivos de jóvenes y las mujeres. Entre los primeros, el 34% indica que mejoraría la calidad del empleo si aumentaran los salarios; otro 28% advierte de que se debe mejorar la estabilidad laboral y un 27%, la conciliación familiar y laboral. Un 13% de los jóvenes también cree que sería necesario mejorar la prevención de riesgos laborales. Las mujeres desempleadas «priorizan de forma destacada la estabilidad, con un 36%, y la conciliación, por encima del 21%, que opina que también debería de incrementarse el salario», dijo Artetxe, quien aseguró que «las mujeres quieren incorporarse al mercado de trabajo. Esa es su visión, pode delante de los sueldos». Donde más vulnerable es el empleo de calidad es en el sector Servicios, «más en concreto en el Comercio, la Hostelería y Transporte, donde se concentran un 12% de los críticos expresos, y un 31% de los indiferentes». Los trabajadores de las medianas empresas entre 11 a 50 empleados son los menos satisfechos, según el trabajo de la Diputación de Bizkaia.
Un contrato fijo por cada doce precarios desde 2001
J. BASTERRA
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En los últimos seis años se han formalizado, entre enero y octubre, 4.771.069 contratos de trabajo en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, pero sólo 392.161 fueron de carácter indefinido, incluyendo los convertidos en fijos, lo que representa una media de temporalidad del 91,78% en ese período. Supone que por cada indefinido se firmaron doce temporales. En los diez primeros meses de 2006, se han formalizado 907.428 contratos, cifra récord de los últimos seis años, pero el 90,91% de ellos fueron temporales. Los indefinidos han aumentado, pero a un ritmo inferior al inicialmente pronosticado, porque en 2005 la tasa de temporalidad de los diez primeros meses fue del 92,12%. En los últimos seis años nunca ha bajado del 90% la contratación precaria. En este caso hay que tener en cuenta que la reforma laboral que entró en vigor en julio de este año ofrece bonificaciones de 800 euros anuales durante cuatro años al empresario por la conversión de contratos temporales en fijos. Esta es la medida que está impulsando un crecimiento de la contratación indefinida, pero no ha sido capaz de reducir la tasa de temporalidad global, que sobrepasa el 30%. La dura- ción media de los contratos de enero a octubre de este año ha sido de 80 días. Más de la mitad de la contratación temporal no supera los seis meses y, además, que hay que tener en cuenta que un 26,12% de los contratados no rebasaron el mes con contrato. En el caso de las mujeres alcanzó el 31,66%.
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