CELTA 0
DEPORTIVO ALAVES
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GASTEIZ
El Deportivo Alavés hizo buena la tradición copera que mantiene ante el Celta le ha eliminado en las cinco ocasiones en las que se han enfrentado gracias a un gol marcado entre Navarro y Wesley en un partido con más de media docena de lesionados. En una tierra tan dadaa estas cosas, los celtiñas comienzan ya a creer en meigas, no por la eliminación, porque el Alavés ha sido superior en el cómputo general, sino por la cantidad de infortunios en forma de ocasiones clarísimas marradas, lesiones y un penalti a favor no señalado a los que tuvieron que hacer frente. No obstante, lo anterior no resta nada a un Alavés para el que, al margen de la importancia de la clasificación, lo mejor fue comprobar que cuenta en su plantilla con jugadores de gran calidad que deben poner las cosas difíciles a los titulares. Futbolistas como Rubén Navarro, Gabri, Gaspar, Uranga e incluso un Wesley mejorado jugaron un gran partido que debe poner la mosca detrás de la oreja a los titulares.
A falta de goles y ocasiones claras, la primera parte vino marcada por las lesiones y las consiguientes recomposiciones de los esquemas. De inicio, Cos y Piterman respondieron al anunciado once con tres centrales del Celta con otro similar, con Uranga de lateral derecho, Wesley y Lacen en el eje del centro del campo y total libertad adelante para Gentil, Gabri y Rubén Navarro.
Comenzó muy metido atrás el equipo gasteiztarra y, a base de tener el balón, el Celta creó problemas con tres faltas consecutivas botadas por Aspas, Tamas y Nené. A poco que se asentó en el terreno de juego, el Alavés igualó la contienda en la medular e incluso se permitió meter al equipo local en su área aprovechando la lesión fortuita de Lequi y la consiguiente modificación de esquema, para pasar a jugar con defensa de cuatro, con la entrada de Canobbio.
Pero el de ayer parecía un partido de vidas paralelas y veinte minutos después el mal se cambió de bando, siendo Pablo Casar el central que se tuvo que retirar del terreno de juego y dar entrada a Astudillo.
De todos modos, fue el Celta el más perjudicado en este intercambio de infortunios, ya que en la prolongación perdió a Pablo García con otra lesión fortuita, ésta con peor pinta que las dos anteriores. Además, poco antes Muñiz Fernández se comió un penalti que pareció claro en área albiazul por mano de Gaspar a centro de Jorge.
Gol en la reanudación
Sin embargo, el revés más dañino para el equipo local llegó nada más reanudarse el partido, cuando entre Wesley y Rubén Navarro no termina de verse claro si el brasileño llega a tocar el saque de falta lateral del catalán les obligaron a tener que marcar dos goles al adelantar al Alavés en el marcador en una jugada muy rápida.Sin miedo a otro posible lesionado, Fernando Vázquez tuvo que jugársela dando entrada a Baiano y sólo dos minutos después Perera tuvo el empate en sus pies pero envió el balón al palo izquierdo de Ardouin.
Sin otro remedio, el Celta buscó los tantos necesarios a la desesperada y el partido se abrió muchísimo, lo que dio opciones al Alavés a sentenciar a la contra. Cierto es que el equipo local se volcó y que tuvo magníficas oportunidades de hacer su tanto, pero con los espacios que concedió, el equipo vasco también tuvo sus tres opciones muy nítidas de sentenciar, ya que además cada gol albiazul tenía peso doble.
Entre defensa y defensa y los cambios de los fundidos Uranga y Wesley y el debut de Miguel Pérez, el Alavés tuvo tres inmejorables opciones, la primera en un remate lejano de Navarro con rechace para Gentil, el penalti a Arthuro marrado por el catalán en el minuto 35 y el mano a mano que Gentil no supo materializar ante Esteban. Afortunadamente, no hubo que arrepentirse.
