La igualdad, un pilar del proceso
El pasado 8 de abril se presentaba en Donostia Ahotsak, una iniciativa conformada por mujeres de diferentes ideologías y de los distintos territorios vascos, que daba a conocer su compromiso con la búsqueda de una paz que tenga su base en los derechos y libertades tanto individuales como colectivos. El documento, en el que se reclamaba que en democracia todos los proyectos políticos deben tener la oportunidad de defenderse y de hacerse realidad, por medios políticos y pacíficos, hacía suyo el principio de que la ciudadanía de Euskal Herria debe poder elegir y que sus decisiones deben ser tenidas en cuenta y trasladadas, en su caso, al ordenamiento jurídico. Paz con derechos, igualdad de oportunidades y posibilidad de decisión eran los pilares de una declaración que, por su carácter incluyente, servía una fórmula que bien podía ser asumida como guión cara a la apertura de un proceso de diálogo entre las formaciones políticas vascas. Sin embargo, a día de hoy, los responsables de poner en marcha la mesa de partidos no han llegado a superar sus diferencias respecto al método, la agenda y el calendario de ese diálogo en el que ha de encontrarse esa solución de paz y democracia por la que abogan las integrantes de Ahotsak.
La propuesta tiene hoy si cabe mayor virtualidad cuando, como se visualizó ayer en el Palacio Euskalduna, goza de un respaldo muy superior al que tenía en origen. Sin embargo, a la luz de la situación en que se encuentra el proceso político, un acto de reafirmación no parecía suficiente. La Declaración de Euskalduna recoge el compromiso de Ahotsak en este momento clave a trabajar para que las mujeres estén y sus opiniones cuenten allá donde se decide el proceso. Una apuesta de calado que va más allá de una declaración de intenciones y que exige una respuesta clara de los agentes políticos.
De Euskalduna llega un doble emplazamiento. El primero se dirige especialmente a las mujeres de Euskal Herria, a quienes llama a extender Ahotsak a los pueblos, creando foros abiertos a la participación de todas aquéllas que quieran trabajar en favor de la paz. Pero Ahotsak emplaza también a todas las partes implicadas en el proceso, para que afronten de lleno sus responsabilidades en la solución que para Ahotsak tiene unos principios muy claros tomando las iniciativas necesarias para ello. Todo ello con el objetivo de abordar una agenda de paz para la que miles de mujeres ya han expresado su compromiso a través de Ahotsak. -
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