BILBO
El Hospital vizcaíno de Cruces ha incorporado la técnica del ganglio centinela a sus métodos para combatir el cáncer de mama y prevé realizar unas 60 intervenciones anuales. Hasta la fecha, en Euskadi, sólo disponían de esta técnica los centros hospitalarios públicos de Txagorritxu y el Oncológico de Donostia.
Según el centro baracaldés, la detección del «ganglio centinela» evita «en un alto porcentaje» practicar el vaciado de la axila en las pacientes así como los problemas secundarios que puedan aparecer tras la intervención, de forma especial, el riesgo de lindefema
en el brazo afectado. La técnica permite comprobar cuál es el primer ganglio que se va a poder ver afectado por el cáncer. Si, una vez analizado, el resultado es negativo, se entiende que el resto tampoco padece esta patología. En caso positivo, determina si el tumor puede extenderse y, en función del análisis aplicar o no la cirugía radical axilar.
El desarrollo de esta práctica sanitaria necesita de trabajo multidisciplinar en Radiología, Patología Mamaria, Medicina Nuclear, Anatomía Patológica y Anestesia Reanimación.
Entre las ventajas para las pacientes destaca la reducción de la agresividad quirúrgica, ya que «el brazo queda igual que si no se hubiera operado» y, además, «no requiere un cuidado especial». Además, la intervenida puede irse a casa el mismo día o tras pasar una sola noche.