Maite Soroa
Se les ve la patita
Los acontecimientos, en el proceso, se suceden a trompicones. De un acelerón que nos deja con la boca abierta pasa a un estadio de calma chicha que también asombra. Y así sucede que a algunos se les revoluciona la olla y empiezan a desbarrar. Sucede con frecuencia en las páginas de “El Mundo”. Ayer un columnista de gracia David Torres defendía los argumentos del señorito con la fortuna que apreciarán a continuación. Decía que «Proceso ciertamente hay, pero es más bien como el de Kafka. Por un lado, los viejos matarifes de la banda son procesados en unos juicios que, a fuerza de broncas y amenazas, bien podrían emitirse en un especial de ‘Aquí hay tomate’. Todo ello mientras los alevines de la banda siguen jugando a los soldaditos en el sur de Francia». Y a tan sólido y bien construido argumento, Torres agrega lo del dichoso vídeo en el que ZP se ufana de no haber hecho nada y nos explica por qué es rematadamente malo que la comunidad internacional apueste por el diálogo: «El no va más de esta charlotada patética y sangrienta es haber llevado el problema de ETA a Europa, como si ETA fuera un problema en vez de un cáncer, y como si Europa tuviera algo que decir al respecto de ese serio conflicto político que consiste en ir a arrancar un coche y encontrarte acto seguido las piernas colgadas en una antena. A lo mejor Romano Prodi, siguiendo el ejemplo de Zapatero, coge el problema de la mafia y también lo lleva al plano internacional, para que todos los europeos votemos el próximo presupuesto anual de la familia Corleone». Ya ven el nivel.Y no se crean que pintan mejor las cosas para los
clásicos de la derechona. Cada día les quedan argumentos menos originales para
pedir que se acabe la esperanza. Ayer el editorialista de “Abc” se refería a la
posibilidad de que Batasuna no sea legal en los próximos meses y aprovechaba
para volver a lo suyo: «si no hay legalización, para el Gobierno que ya ha
hecho mucho con una Batasuna fuera de la ley es imposible, desde todo punto
de vista, dar un paso relevante en el proceso de negociación, salvo que optara
directamente por el suicidio político en una cascada de desistimientos
unilaterales. Esta confusión, creada por la suma de los graves errores del
Gobierno y la astucia de los proetarras al calcular las contradicciones ajenas,
se despejaría volviendo a los rectos principios de la política antiterrorista:
aplicación de la Ley de Partidos Políticos y unidad democrática con el PP». Me
recuerdan a Umbral cuando se empeñaba en hablar de su libro. Aquel, al menos,
estaba medio bolinga. - msoroa@gara.net
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