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Gara > Idatzia > Euskal Herria 2006-12-05
Sanz y Basagoiti creen que el PSOE «busca la salida»
Los últimos movimientos del Gobierno del PSOE llevan ya a numerosos líderes del PP a expresar con claridad su convicción de que este partido ha dado marcha atrás en el proceso. Miguel Sanz considera que «se ha dado cuenta del error e intentar salir como sea». Antonio Basagoiti propone «abrir una puerta» para facilitarle esta labor. Y Angel Acebes añade que el PSOE «no puede ocultar la necesidad de una rectificación».

IRUÑEA

La involución en las posiciones del PSOE de cara a la opción de abrir un proceso de resolución del conflicto no le ha pasado desapercibida al PP. Varios líderes de este partido expresaron ayer su satisfacción y reflexionaron sobre cómo se podría facilitar el tránsito hacia la reconstrucción del consenso en- tre PSOE y PP en esta materia. Fue el caso del presidente navarro y de UPN, Miguel Sanz, del presidente del PP en Bizkaia, Antonio Basagoiti, y del secretario general del partido, Angel Acebes.

Sanz consideró en una entrevista a una emisora estatal que «el Gobierno no sabe cómo va a acabar el proceso, cómo va a salir de esta dinámica macabra en la que se metió él solo. Se metió en un camino de difícil retorno después de romper el Pacto por las Libertades, y ahora se encuentra con que ETA sigue manteniendo sus condiciones para abandonar las armas. El Gobierno se ha dado cuenta de ese hecho e intenta salir como sea», afirmó.

En este punto, el mandatario de UPN se apresuró a aseverar que el PPno tendría ninguna responsabilidad en un fracaso. Defendió incluso que el partido de Mariano Rajoy «ha mantenido siempre su disposición a colaborar y ayudar a cualquiera que se siente en el Gobierno de España. Pero nunca entenderemos que para acabar con el terrorismo puedan hacerse concesiones políticas», indicó.

Antonio Basagotiti calcó casi las palabras de Sanz al estimar que el PSOE «se ha metido en un lío» y «el proceso de negociación con ETA está en absoluta crisis». Así las cosas, el presidente del PP en Bizkaia planteó que a su partido le compete ahora jugar «un papel de responsabilidad y generosidad» con el objetivo de «abrir una puerta» para que el PSOE «salga del lío y vuelva a la derrota del terrorismo», así como para que el PNV «empiece a estar en esta lucha, que es el mejor camino para lograr la paz».

Como Sanz, Basagoiti argumentó que «el error fundamental es haber dado a entender a ETA que iba a conseguir lo que no se le podía dar y nunca se le debía haber prometido». «El problema ahora es que el proceso ha aumentado sus esperanzas de conseguir objetivos políticos, y ahora la realidad es más dura: cuantos más síes le han dado a ETA, más complicado resulta ahora el no».

«No es momento de críticas ni de reproches ni de exigir responsabilidad ­añadió Antonio Basagoiti­, sino de que el PSOE vuelva a la sensatez y el sentido común». Y reiteró que para el PPdebe ser «una obligación» conseguir que el partido de José Luis Rodríguez Zapatero haga este camino de vuelta.

Desde Madrid, el secretario general del PP, Angel Acebes, también utilizó un tono más moderado, aunque mantuvo el fondo de sus exigencias al Gobierno del PSOE. A modo de ejemplo, le dijo que «tiene todo el respaldo del PPpara hacer lo necesario para que Batasuna no se presente a las elecciones bajo ningún nombre o rostro, incluido el del Partido Comunista de las Tierras Vascas». Pidió para ello la intervención del fiscal.

Acebes también puso interés en justificar la posición del PP en estos meses. Resaltó que en marzo Rajoy se reunió con Zapatero para ofrecerle «su respaldo para com- probar que ETA había tomado la decisión de disolverse, pero no para iniciar un proceso de negociación política». «Ahora no pueden ocultar la necesidad de una rectificación con insultos al PP», añadió.



Ares acusa a Batasuna de «subterfugios» frente a la ley
Tras la intervención de Otegi en Oiartzun el domingo y los rumores difundidos ayer por varios medios, en círculos políticos se avivó la polémica sobre la ilegalización. El portavoz del PSE, Rodolfo Ares, hizo pública una extensa nota que afirma que «el Estado de Derecho estará vigilante» para evitar «subterfugios». Ares afirmó que los líderes de la izquierda abertzale «deben llevar a su mundo a hacer política, en vez de seguir apostando por desafiar al Estado de Derecho». Y reiteró que sin legalización «no será posible poner en marcha la mesa de partidos». -



Imaz: «Iba bien hasta que apareció ETA»

BILBO

Josu Jon Imaz, presidente del PNV, sigue centrando su discurso en que es ETA quien está en la raíz del actual bloqueo del proceso. En declaraciones hechas ayer a Radio Euskadi, aseguró que «en los últimos meses la vía política en el proceso de paz iba bien» porque las conversaciones entre partidos políticos «estaban avanzando y empezando a dar frutos» hasta que «en mitad de ese proceso, ha vuelto a surgir la amenaza de la violencia de ETA».

Según el diagnóstico de la situación hecho por el mandatario jeltzale, «parece que a ETA no le gusta el contenido de las conversaciones que se estaban manteniendo y trata de condicionarlas», lo que, a su entender, «es absolutamente inaceptable».

Imaz trazó incluso una comparación con lo ocurrido en 1977 en Txiberta, cuando el PNV dijo no a la oferta de la izquierda abertzale para pactar una estrategia conjunta por la soberanía. Según su lectura, «lo que no va a hacer el PNV es ceder al chantaje de la violencia, como no lo hicimos en la reunión del Hotel Txiberta hace 30 años».

Reuniones

Dicho esto, Josu Jon Imaz matizó también que «hay una esperanza abierta, pero renunciar a la palabra, renunciar al diálogo, sería lo último que deberíamos hacer en estas circunstancias».

Así, contrariamente a lo afirmado por algunos medios, subrayó que se ha reunido con Batasuna «en las dos últimas semanas» y añadió que «personalmente y como partido, no vamos a renunciar al diálogo».

Desde el PSE, su líder en Gipuzkoa, Miguel Buen, también quiso destacar que su partido tiene intención de seguir reuniéndose «no con Batasuna, sino con de- terminada gente de la izquierda abertzale que puede tener un grado de influencia para tratar de conseguir que desaparezca la violencia callejera y el terrorismo».


 
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