El Vaticano confirma que el sarcófago es el de San Pablo
La Santa Sede convocó ayer una rueda de prensa para anunciar con total seguridad que el sarcófago encontrado bajo el altar mayor de la Basílica de San Pablo de Extramuros pertenece al apóstol. Un descubrimiento de gran valor arqueológico pero también para la tradición cristiana que levantó la basílica donde se creía que fue enterrado Pablo.
EL VATICANO
«No hay ninguna duda de que el sarcófago encontrado bajo el suelo de la basílica de San Pablo es el del apóstol», explicó ayer arcipreste del templo, el cardenal Andrea Lanza di Montezemolo. Los arqueólogos comenzaron sus excavaciones en 2002, fue hallado en enero de 2005 y el mes pasado pudieron sacarlo a la luz. Data al menos del año 390, y yacía olvidado entre los estratos de los templos que fueron construidos uno sobre el otro.En la losa sobre el sepulcro se puede leer en latín: «Paulo Apostolo Mart» (Pablo, apóstol y mártir) y presenta el agujero que se realizaba para poner en contacto la reliquia con el altar, pero también para que los peregrinos pudieran introducir trozos de tela que tocasen los restos. El sarcófago será expuesto a los fieles en la Basílica de San Pablo cuando se termine completamente de examinar, pero aún no se ha decidido si se abrirá para analizar los restos del apóstol. Según el cardenal Lanza Montezemolo, sólo el Papa puede decidir la apertura del sarcófago y aún no se ha expresado sobre esto. La apertura del sarcófago podría desvelar nuevos misterios de la tradición cristiana pues se desconoce si también se encuentra bajo la basílica la cabeza de San Pablo, que fue decapitado en el año 65 por orden de Nerón. Incluso el arqueólogo y experto los Museos Vaticanos, Giorgio Filippi, no garantiza que dentro del sarcófago se encuentren los restos del apóstol ya que en aquellas fechas se construían sepulcros en cuyo interior a veces se depositaban «las cosas más disparatadas». El director de las excavaciones comenta que el sarcófago podría ser un cenotafio (monumento funerario en cuyo interior no se deposita ningún cadáver), que asumía el mismo valor para la tradición cristiana. «Desde el punto de vista histórico y arqueológico podemos estar seguros de que el 18 de noviembre de 390, cuando fue consagrada la basílica, el sarcófago le fue indicado a los creyentes como la tumba de San Pablo», explicó Filippi.
La confirmación de San Pedro tardó más
EL VATICANO El descubrimiento del sarcófago fue hecho en su día por un equipo de expertos de los Museos Vaticanos en respuesta al pedido del entonces administrador pontificio de la Basílica, el Obispo Marcello Costalunga, junto con el abad Paolo Lunardon. La iniciativa surgió porque muchos peregrinos durante el Jubileo del Año 2000 preguntaban por la ubicación de la tumba y Monseñor Costalunga decidió hacer el pedido formal para iniciar los trabajos. Se da la circunstancia de que cuando se descubrieron los restos de San Pedro en 1941 en la basílica que lleva su nombre, la Iglesia demoró 35 años en determinar que los restos descubiertos eran los del Primer Papa. La Basílica de San Pablo Extramuros es, después de San Pedro, la iglesia más grande de Roma y surgió en la primera mitad del siglo IV por voluntad del emperador Constantino, en el lugar donde se indica la tumba del apóstol. Fue reconstruida varias veces, la última fue en 1823, tras un incendio, y es la que se conserva actualmente y contienen los retratos de todos los papas de la historia de la Iglesia católica.
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