La UE congela parcialmente la adhesión turca
La Unión Europea decidió ayer suspender ocho de los 35 capítulos de las negociaciones de acceso de Turquía a la UE. Tras arduas discusiones, desecharon la propuesta más dura, apoyada por Alemania y el Estado francés, que pretendía suspender todas las negociaciones ahora y revisar la decisión dentro de tres años.
BRUSELAS
La Unión Europea (UE) aprobó ayer congelar parcialmente las negociaciones de adhesión con Turquía argumentando que ese país no ha cumplido el Protocolo de Ankara, que establece que Turquía debe abrir sus puertos y aeropuertos al tránsito con Chipre. Los ministros de Exteriores de la UE acordaron congelar 8 de los 35 capítulos de que se componen las negociaciones, y que ninguno de los otros 27 pueda cerrarse hasta solucionar el fondo de la cuestión, tal como había propuesto la Comisión Europea. Tres de los capítulos suspendidos están directamente relacionados con el Protocolo de Ankara unión aduanera, transportes y libre circulación de mercancías, y el resto es relativo a la agricultura, pesca, servicios financieros, relaciones exteriores y libertad de establecimiento. Además, los ministros acordaron que habrá un control anual de la Comisión sobre el cumplimiento turco del Protocolo adicional de Ankara.
Rechazo a la propuesta más dura Sin embargo, no se aprobó la propuesta de algunos de los países más duros con Turquía para suspender las negociaciones durante un período de 18 meses, al cabo de los cuales los 27 jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de la UE decidirían sobre la reanudación de dichas negociaciones. Los máximos valedores de este planteamiento son Alemania y el Estado francés, que también apoya Austria, y los directamente afectados Grecia y Chipre. Estos países se oponen a la entrada de Turquía y continuamente ponen trabas a la negociación.
En el otro lado de la balanza están Gran Bretaña, Italia, el Estado español, Suecia y Estonia. Estos abogaban por una «advertencia» más benévola con Ankara, con la suspensión de sólo tres capítulos.La decisión fue «cuidadosamente calibrada» para enviar a Turquía «una señal» de que la falta de cumplimiento de Ankara tiene consecuencias a la vez que «permite seguir las negociaciones y lograr progresos», dijo el comisario europeo para la Ampliación, Olli Rehn. El acuerdo evita que el asunto acabe tratándose en la cumbre de jefes de Estado y Gobierno del jueves y viernes, y aleja también el fantasma de una grave crisis en la UE en el caso de que los líderes no hubieran alcanzado una posición común.
La oferta turca, en saco roto Los ministros de Exteriores no tuvieron en cuenta la oferta de Turquía, presentada la semana pasada, y que proponía abrir uno de sus puertos y un aeropuerto al tráfico de Chipre, ya que no se considera oficial porque no fue presentada por escrito sino en una conversación telefónica con la presidencia finlandesa.
Turquía exige para aplicar plenamente el Protocolo de Ankara que la UE cumpla su promesa de apoyar económicamente a la República Turca del Norte de Chipre (RTNC) ocupada por Turquía y sólo reconocida por Ankara mediante el fin del bloqueo al puerto de Famagusta y al aeropuerto de Ercan. La UE se comprometió a brindar esa ayuda después de que la RTNC votara masivamente en un referéndum, en marzo de 2004, a favor de un plan de la ONU para reunificar la isla, que sin embargo fue derrotado en otro plebiscito en la parte sur (greco-chipriota), lo que impidió a los turco-chipriotas entrar en la UE en mayo de ese año.
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