Rodolfo Cuesta, Astolfo - Asamblea de Torturados de Donostia
La tortura es una aberración, señor López
Sí, la tortura es una aberración, una lacra a erradicar, y no el que la gente la denuncie y pida acabar con ella, como usted dice citando una vez más el consabido manual que, según usted, manejan las personas del «entorno». Ese manual, aunque nadie lo ha visto, debe de ser un best-seller, pues es increíble, si no, que miles de personas lo hayamos tenido a nuestro alcance; sí, señor López, miles somos las personas que hemos denunciado torturas, 7.000 desde el año 1978, y mire usted, algo debe de fallar en su gran teoría conspirativa, pues aun siguiendo, según usted, las órdenes de una organización armada e ilegal, algunas de ellas han salido en libertad sin cargos, algunos incluso antes de pasar ante el juez. Oséase, personas a las que sus policías y sus jueces no consideran colaboradores ni miembros de esa organización a la que, según usted, obedecían al denunciar torturas.Mire usted, señor López, una de las cosas que hacen que me hierva la sangre es que personas como usted, que conocen los entresijos de las alcantarillas del Estado, tengan la desfachatez de insultarnos a las personas torturadas diciéndonos que ese horror y sufrimiento que hemos padecido en nuestras propias carnes no ha existido, que responde a un manual. Eso no se lo cree ni usted, señor López, y tampoco la gran mayoría de esa sociedad vasca a la que, entre otros, usted pretende engañar, esta vez sí, señor López, siguiendo un manual. Sea sincero, señor López, diga lo que de verdad piensa, que no le importa lo más mínimo, que para usted lo que hemos pasado lo teníamos merecido por pensar y sentirnos sólo vascos. Mire usted, señor López, a miles de vascos y vascas nos han detenido y torturado, muchos hemos tenido la gran suerte de poder contarlo, pero seis no tuvieron esa suerte. ¿Le suenan de algo los nombres de José Arregi, Esteban Muruetagoiena, Mikel Zabaltza, Juan Calvo, Gurutze Iantzi y Xavier Kalparsoro? Le pregunto si le suenan, no si le importan, o es que ¿me va a decir que justo los únicos casos que han existido han tenido un desenlace mortal? Mire usted, el que lo niegue de forma sistemática, que no reconozca la existencia de la tortura, la de miles de personas torturadas, me lo explico, no mucho, porque en ello usted sigue una doctrina política marcada por su partido, pero... yo me pregunto, ¿cómo tiene la desfachatez de negarlo después de ver la foto de Unai Romano? Esa foto no deja lugar a dudas, y por mucho que ustedes quieran mirar hacia otro lado, se les tiene que haber quedado grabada en la memoria como, por desgracia para ustedes, al resto de la sociedad vasca. El llegar a infligir la tortura de forma tan sádica como para deformar un rostro de esa manera sí que es una aberración, señor López. Y es que, además, hace sus declaraciones al día siguiente del aniversario del indulto de varios policías condenados por torturas, pero claro, esto también entra dentro de su manual, ¿verdad? Primero negarlo, luego atrasar lo más posible los juicios, y si no es posible llegar a enterrar las denuncias y hay condenas irrisorias, vienen los indultos y, a poder ser, los premios en forma de ascensos; y esto, señor López, no lo decimos sólo las personas torturadas, lo vienen denunciando organismos internacionales como el Comité Contra la Tortura de la ONU, el Comité de Derechos Humanos de la ONU y Amnistía Internacional, entre otros. Mire, señor López, hasta ahora usted, y todos los personajes que, como usted, tienen la arrogancia de pensar que repitiendo una mentira la van a convertir en verdad, van a tenernos enfrente a las personas torturadas, como un bloque, con nuestras vivencias como única arma, y no nos van a callar, aun sabiendo que por un simple escrito como éste nos arriesgamos a ser denunciados, se lo debemos a la sociedad vasca para evitar que haya otra persona que sufra lo que nosotros hemos sufrido, algo que no le deseamos ni a usted, señor López, pues en Elorrio, este sábado, las personas torturadas tenemos una cita, en la que daremos un gran paso para acabar con el silencio y la impunidad que hasta ahora rodeaba la tortura. Y téngalo en cuenta, señor López, no les vamos a dejar pasar ni una, cada vez que uno de ustedes abra la boca para soltar alguna aberración sobre este tema nosotros estaremos ahí para replicarles la razón que, por desgracia, nos da el haber sentido verdadero horror, verdadero dolor psíquico y físico, que nunca olvidaremos. Sin más, señor López, desde la aberración que me supone el recordar sus palabras, un saludo. -
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