HERNANI
Eugenio Aviraneta Ibargoyen tuvo dos vidas: una humana (1792-1872), en la que dejó huella como genio de la intriga y la travesura política, y otra vida literaria alumbrada por su sobrino-nieto Pío Baroja a través de las más de veinte novelas que conforman el ciclo aventurero “Memorias de un hombre de acción”.Con motivo de cumplirse cincuenta años del fallecimiento del escritor donostiarra, Eusko Ikaskuntza ha recuperado a Aviraneta como figura histórica y como personaje literario con el objetivo de animar a la lectura del mejor Baroja.
Aviraneta es un personaje literario al que Baroja convirtió en su alter ego. Pero Aviraneta, antes de personaje literario, fue un tipo de carne y hueso que se hizo célebre por su inmensa capacidad para la conspiración, lo cual era todo un don en aquel siglo XIX en que la alternancia política se aseguraba mediante intrigas y pronunciamientos.
En el arte del gatuperio y de la travesura política, Aviraneta no tuvo rival. Eugenio de Aviraneta e Ibargoyen nació en Madrid el 13 de noviembre de 1792, pero sus raíces eran guipuzcoanas por los cuatro costados. Pasó su niñez entre Irun y Hernani, donde forjaría buena parte de su carácter y toda su constitución física, como él mismo reconocería en sus memorias, además de aprender euskera y francés, y empaparse de ideales liberales.
Durante la primera Guerra carlista, el territorio que se extiende desde Hernani hasta el Bidasoa se convirtió en escenario de sus increíbles intrigas culminadas con el Abrazo de Bergara, que fue posible en gran medida gracias a las conspiraciones tejidas por Aviraneta en el seno del carlismo.
“Aviraneta, un conspirador guipuzcoano” relata un período de nuestra historia que va de la Guerra de Independencia hasta Ia I Guerra Carlista desde la perspectiva de un vasco liberal, contradictorio y socarrón, que ha sido unánimemente considerado como un maestro en el arte del enredo político. Una divertida aproximación a un personaje fascinante situado en la encrucijada política del siglo XIX. Y, sobre todo, una atractiva invitación a adentrarse en las novelas de aventuras que Pío Baroja dedicó a su antepasado reunidas bajo el título de “Memorias de un hombre de acción”. Fue un tipo honrado: no ocupó cargos ni se benefició personalmente; extraña probidad en un tiempo de corrutelas.
El espectáculo, dirigido por Juan Agirre, será en castellano, durará una hora y es de entrada gratuita.