Si uno atendiera a los principios básicos de análisis audiovisual que emplean los que seleccionan imágenes en la infinidad de programas dedicados a zapear por las cadenas, podríamos asegurar que se trata, aunque de una manera encubierta, de espacios de crítica televisiva. Con todos lo matices que se quiera, y comprendiendo que en muchas ocasiones simplemente se trata de buscar en el amplio capazo de lo anecdótico aquello que produzca mayor posibilidad de regocijo general, para reírse de alguien o de algo.

“Sé lo que hiciste la última semana”, es un programa de crítica al descubierto. Al menos la sección que encabeza el cómico Angel Martín así me lo parece, porque no se trata solamente de buscar aquellos pasajes de los programas más desdichadamente absurdos, con errores o desquiciados, sino que los comentarios, las caras que pone, los silencios o las apostillas de la conductora van dotando a cada tramo de una tensión crítica que puede llegar, incluso, a tomarse como ofensiva. Y de paso digamos que la entrega del pasado miércoles fue, cuando menos, muy ajustada a las necesidades de recomponer algo la mínima dignidad televisiva, informativa y de investigación.

Se cebaron con Tele 5, y especialmente con “Aquí hay Tomate” y “A tu lado”, pero hay que reconocer que se han vivido episodios realmente absurdos, enloquecidos, que no ayudan para nada a su futuro. Los episodios del convento de Jerez, la intervención de una concursante de GH insultando y amenazando físicamente a otra ex, y sobre todo, aunque los de La Sexta no lo tocaron, la gran mentira del asunto de El Pescaílla y su vida sentimental previa, y durante su matrimonio con Lola Flores que les sitúa en el escalafón más bajo justo en el nivel de su colaboradora preferida la gritona Lidia Lozano.

El reportaje estaba hecho a base de recortes de otros programas, imágenes de otras cadenas, datos publicados hace quince años, pero montado con un tono amarillo, amarillo, y otra capa más de amarillismo repugnante. Y esto es criticable, desde la televisión, la radio, la prensa escrita, internet, los códigos morses o los silbidos gomeros. Y hacerlo al descubierto. -