La demanda de poder estudiar en euskara se ha convertido ya en histórica en la UPNA. Mientras en el resto de los niveles educativosse han producido avances a pesar de la nula voluntad de las instituciones, en la UPNA sigue existiendo un auténtico tapón. Cuando apenas queda medio año para que el actual Consejo de Gobierno, que tomó posesión en julio de 2003, finalice su mandato, la UPNA sigue además sin contar con un plan estratégico para regular la presencia del euskara en esta universidad. Hasta el pasado setiembre, el equipo rectoral no movió ficha en este ámbito, con el envío a distintos agentes de un avance de plan destinado al debate. En este periodo, en cambio, se ha aprobado por ejemplo el II Plan Estratégico con el objetivo de aplicar el Sistema Universitario Europeo (es decir, la Declaración de Bolonia) y la creación del campus de Tutera.
El borrador, al que ha tenido acceso GARA, señala que la legalidad vigente actualmente en Nafarroa y los propios estatutos de la UPNA reconocen el derecho de estudiar y recibir información en euskara. Sin embargo, a renglón seguido se reconoce que la oferta de enseñanza en esta lengua sigue siendo más que escasa. De hecho, sólo tres profesores ocupan plaza con requisito lingüístico.
Junto a estos tres, hay otros 74 profesores (que son el 9,22% del total del cuerpo docente) que tienen titulación para enseñar en euskara, pero sólo imparten clase en esta lengua 46 (un escaso 5,74% de los 800 profesores de la UPNA).
Retroceso del modelo G
En porcentajes similares se encuentra la cuota de trabajadores de administración y servicios. De los 1.118 puestos que se han ofrecido en la UPNA «en los últimos años», el euskara sólo ha sido requisito en 58 de ellos (un 5,18%).
Con estos datos que apuntan con claridad a un problema estructural, en el análisis que hace el equipo rectoral sobre la situación del euskara se recono- ce como elemento negativo el escaso desarrollo de la enseñanza en euskara. Además, se constata en tono de queja que la presencia o no del euskara es cuestión permanente de debate en la comunidad universitaria.Y se critica que «en ocasiones, esta cuestión sea utilizada de manera partidista».
Lo más llamativo del borrador, en cualquier caso, son los datos de evaluación de la matriculación en euskara en niveles preuniversitarios y universitarios que hablan por sí solos. Ala hora de valorar «las oportunidades» que el euskara tiene, se admite que cada vez son más los alumnos euskaldunes en niveles educativos inferiores en Nafarroa.
Sin embargo, en los gráficos que acompañan al informe elaborado por el Vicerrectorado de Planificación y Prosprectiva de la UPNA se aprecia claramente que este incremento no tiene traslación a la universidad pública.
De hecho, los matriculados en alguna asignatura en euskara en la UPNAel año pasado fueron únicamente 521 de un total de 7.309, lo que supone un 7,27%. Es decir, por aportar una referencia, que ni siquiera llegan a la mitad del porcentaje de alumnos navarros que estudiaban completamente en euskara hace nueve años en el sistema preuniversitario.
En el curso 1996-1997 había 14.090 alumnos que
estudiaban en modelo D desde Infantil hasta COU (en las estadísticas se
incluye la FP, pero en estos estudios la presencia del euskara no va más allá de
la mera anécdota), lo que suponía un 16,13%. Y el incremento de los alumnos
que estudian en el modelo D es, además, una constante desde el curso 1996-1997
hasta el 2004-2005 y se produce tanto en cifras absolutas como en porcentajes.
Mientras, la presencia del modelo G (sólo en castellano)ha experimentando un continuo retroceso en estos años, pasando de los 63.321 alumnos en 1996-1997 a los 49.739 del curso 2004-2005. Este descensose ha producido pese a que esta opción lingüística es la única que se ofrece en una gran parte del territorio de Nafarroa toda la zona «no vascófona» que elGobierno de UPN-CDN se niega a reducir en su extensión y que en los últimos años un considerable número de inmigrantes ha optado por escolarizar a sus hijos en castellano. Numerosos agentes de la comunidad educativa han denunciado, por cierto, que el Gobierno navarro no leshabía informadosiquiera de la opción de estudiar en un idioma propio de su país de acogida.
Sin embargo, este incremento de alumnos que estudian en euskara no ha tenido traducción en la UPNA. Así, tomando las cifras absolutas en 2005-2006 había sólo 521 matriculadosen alguna materia en euskara, mientras que en 1999-2000 eran más, puesto que optaron por estudiar en esta lengua 611.
Es cierto que esos 511 alumnos son el 7,27% y que este porcentaje pese a ser escaso resulta superior al de los años anteriores. Pero también es cierto que en 1997-1998 y 1998-1999 había más de 10.000 alumnos matriculados en la UPNA y ahora son sólo 7.309.
Paradójicamente, en un documento destinado a planificar el futuro del euskara en la UPNAel equipo rectoral no dispone o al menos no hace públicos cuántos alumnos estudiaban en euskara en varios cursos. Y eso que el propio equipo rectoral se ha fijado como principal prioridad, según asegura en su informe, conocer cuál es el estadoreal de la enseñanza del euskara y saber por qué quienes han estudiado en euskara en el nivel de Secundaria no lo hacen en la UPNA.
Frente a las demandas de titulaciones bilingües (a día de hoy sólo se pueden cursar completamente en euskara dos de las líneas de Magisterio), el equipo rectoral apuesta por conseguir al menos una asignatura en euskara en todas las titulaciones. Este modelo es el denominado «1-1-1» en las carreras de tres años y «1-1-1-1» en las de cuatro.
En cualquier caso, frente a este «itinerario vertical» también se propone un «itinerario horizontal» tras considerar que las ocho asignaturas de libre configuración que actualmente se ofertan «seguramente no sean suficientes».
En el documento el equipo rectoral propone varias medidas de impulso, comoreducciones de jornadas para los profesores permanentes durante «el primer año que impartan sus clases en un idioma distinto al castellano».
Además, se marca como objetivo «la traducción al inglés
y al euskara de las páginas web que no tengan información continua», junto a la
rotulación en euskara del centro. -