BILBO
La vida ha dado un importante vuelco en apenas un par de semanas para Unai Alba, que ayer dejó de acompañar a su aita como pintor en el negocio familiar para pasar a defender una de los puestos más míticos del fútbol vasco; la portería del Athletic. La historia de este oiartzuarra es completamente fuera de lo común, ya que la posibilidad de fichar por un equipo de Primera le ha llegado ya con 28 años, cuando la tónica general es la de debutes cada vez más precoces.
Unai Alba, fichado la pasada semana por el Athletic Club procedente del Barakaldo, reconoció ayer en su presentación oficial que su incorporación al equipo rojiblanco supone un «importante» cambio de vida a nivel profesional y personal.
«Hasta ahora le echaba una mano a mi padre por las mañanas en el trabajo y por la tarde iba a entrenar a Barakaldo. En ese sentido es un cambio de vida importante. Además, a estas alturas no hay mucha gente que te dé una oportunidad como ésta», explicó Alba, que cumplirá 29 años en febrero.
El guardameta guipuzcoano, que estuvo acompañado en el acto por la presidenta del club, Ana Urkijo, señaló que tuvo conocimiento del interés del Athletic a través de su representante «hace muy pocos días» y que tuvo la oportunidad de charlar «un ratillo» con Mané cuando firmó el contrato.
«Me deseó suerte y me dijo que siguiera trabajando igual, que eso era lo que me había traído aquí», desveló el meta de Oiartzun, quien subrayó que de momento no se plantea «muchas más metas» que «empezar a entrenar» e «ir cogiendo confianza poco a poco».
Alba agradeció que el cuerpo técnico del Athletic haya valorado el «trabajo» y la «humildad» que han marcado su carrera hasta el momento,«dejando de lado la edad. Era consciente de que era complicado que apareciera esta oportunidad, pero ha llegado y voy a intentar aprovecharla».
El jugador que completa con Dani Aranzubia e Iñaki Lafuente el trío de porteros del primer equipo rojiblanco se confesó admirador de Andoni Zubizarreta y se definió como un cancerbero «tranquilo» que «intenta hacer las cosas fáciles».
«Aranzubia y Lafuente son dos porteros que llevan mucho tiempo en Primera y sería un poco engreído compararme con ellos. Intento ser honesto en mi trabajo y lo que voy a aportar es trabajo y sacrificio», avanzó.
Preguntado por el futuro del equipo, Alba se mostró optimista. «Así como hay otros equipos que van en línea descendente, yo creo que el Athletic desde el cambio de entrenador va hacia arriba. Y teniendo en cuenta la calidad de la plantilla y la afición, no va a haber ningún problema». apuntó.
La presidenta del Athletic, por su parte, señaló que el fichaje respondió a una «petición» del cuerpo técnico. «Es un portero al que le hemos seguido y que tiene una trayectoria que avala su calidad. Debajo de los palos da mucha seguridad al equipo y creemos que va a aportar muchísimo al club».