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Gara > Idatzia > Mundua 2006-12-29
El pulso Rusia-Bielorrusia amenaza con provocar una nueva «guerra del gas»
En un calco de lo que ocurrió el año pasado con motivo de la «guerra del gas» con Ucrania, varios países de la UE podrían sufrir las consecuencias de la falta de acuerdo entre Rusia y Bielorrusia. A cambio de no disparar el precio de su gas, como ha hecho en otros casos, Moscú exige a Minsk que le ceda el control de su mercado interior. Bielorrusia ha amenazado con seguir sacando gas del oleoducto, en detrimento de los destinatarios comunitarios.

MOSCU

«Las negociaciones no han progesado», señaló a la cadena de televisión Vesti el portavoz del gigante gasístico ruso Gazprom, Sergei Kuprianov. El ministro bielorruso de Energía, Andrei Jukov, se limitó a señalar que proseguían en Moscú las conversaciones entre Gazprom y la empresa pública bielorriusa de gas Beltransgaz.

El problema es que faltan apenas tres días para el 1 de enero, fecha límite para la renovación del contrato de suministro de gas y las posiciones parecen irreconciliables.

Moscú propuso inicialmente a Minsk incrementar el precio de gas de los 46 dólares actuales a 200 dólares por cada 1000 metros cúbicos.

Consciente de que Bielorrusia no podía aceptar semejante subida, Gazprom propuso rebajar el incremento hasta 105 dólares, pero a los que habría que sumar otros 30 en concepto de acciones de Beltransgaz. De esta manera, se aseguraría el 50% del control de esta compañía, que controla tanto el suministro de gas en el país como el gasoducto por donde transita el gas hacia Europa.

El Gobierno de Minsk reaccionó amenazando con simplemente quedarse con el combustible, detrayéndolo del que sigue viaje hacia el Occidente europeo (un 22% del gas que llega, sobre todo a Polonia y Alemania, lo hace a través del gasoducto que pasa por territorio bielorruso).

La prensa rusa aseguraba ayer que la actitud bielorrusa respondería a un farol, e insistía en que este país no podría soportar un endurecimiento de las presiones económicas por parte de Moscú.

La UE exigió ayer un acuerdo entre ambas partes y recordó que, más que Alemania, Polonia, Eslovaquia y Lituania serían víctimas colaterales.



Moscú incrementa las presiones sobre sus vecinos

MOSCU

El pulso entre Rusiia y Bielorrusia sobre el gas no es más que el último capítulo del rediseño por Moscú de su política con respecto a sus vecinos, en un intento de sacar el máximo rendimiento de sus inmensas reservas gasísticas, las más importantes del planeta.

w Ucrania. En enero de 2006, y tras meses de negociaciones infructuosas, Gazprom suspende sus suministros de gas a la Ucrania del pro-occidental Viktor Yushenko, lo que provoca un corte parcial del suministro a la UE. Kiev da el brazo a torcer y acepta una importante subida y otorga a Rusia derecho de supervisión en el tramo del oleoducto en Ucrania.

Más recientemente, y a cambio de una rebaja en el precio, Ucrania concedió a Gazprom una parte importante de su mercado interior de distribución de gas, a industrias y domicilios.

w Georgia. Una primera crisis del gas enfrenta a Rusia y Georgia en enero de 2006, seguida de una réplica más reciente. Moscú dio un ultimátum hasta el 1 de enero de 2007 y amenazó con cortar todo el suministro. Tbilissi dio su brazo a torcer y aceptó las condiciones del gigante ruso, a saber, pagar el doble de precio (235 dólares) por cada 1.000 metros cúbicos de gas.

w Azerbaiyán. Las negociaciones están totalmente bloqueadas. Azerbaiyán, país con importantes reservas en hidrocarburos, depende, no obstante, del gas ruso. Moscú reclama un incremento de las tarifas de 110 a 235 dólares para esta ex república soviética del Cáucaso.

Bakú no se enfrenta a ningún ultimátum pero su presidente acusa a Gazprom de haberse convertido en un arma del Kremlin para presionar a sus vecinos.

Paralelamente, el Gobierno azerí amenaza con poner fin a sus exportaciones de petróleo a Rusia.

w Moldavia. Tras crecientes presiones por parte de Moscú, este país acepta una primera importante subida del precio del suministro de gas para el próximo mes de enero, una segunda en julio y una tercera a finales del próximo año, hasta llegar a los 170 dólares por 1.000 metro cúbicos de gas.

w Armenia. Gazprom ha redoblado el precio del gas que suministra a Armenia, dejándolo en 110 dólares, un «precio de amigo» si tenemos en cuenta que es una tarifa sensiblemente inferior a la que ha impuesto a países como Ucrania y Georgia, enemigos declarados de Rusia después de que fueran escenario de sendas «revoluciones de colores»

Sorpresa en Occidente

Constreñidos por sus análisis reduccionistas sobre un supuesto alineamiento sin fisuras de Bielorrusia con Rusia, los analistas occidentales no acertaban a dar luz sobre la crisis. Y es que un primer acercamiento debería echar por tierra el prejuicio de que la Rusia de Putin y la Bielorrusia de Lukashenko son aliados incondicionales. -


 
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