Mientras en la reunión de La Moncloa el máximo líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, defendía que ya cumple las demandas que le traslada el PP de Mariano Rajoy, en Iruñea los dos máximos representantes del PSN también daban un paso atrás ante la exigencia fundamental que UPN le dirige con insistencia:que aclare su política de pactos tras las elecciones de mayo próximo. En una fiesta navideña celebrada por el PSN el jueves 21, su secretario general, Carlos Chivite, quebró todo la línea de discurso anterior del partido, consistente en posponer cualquier definición hasta después del paso por las urnas. Chivite afirmó que «la fórmula de los pactos ya está diseñada». Aunque luego desde el PSN se haya indicado que aquello era poco menos que una broma a tono con las características del acto, UPN no tardó en tomarle la palabra y exigir aclaraciones.
Dos días después, Chivite las dio, y además en el sentido deseado por el partido de Miguel Sanz: «El PSN ya ha tomado su decisión; es decir, que no hará ningún acuerdo ni pacto con aquellos que se aparten de dos ejes fundamentales y estratégicos para nosotros, que han sido decididos por el partido: el primero de ellos, el respeto y el refuerzo de la identidad de la Comunidad Foral con su estatus propio, diferenciado y singular; el segundo eje es el proyecto político de progreso, pensando en las personas. Se trata de dos condiciones irrenunciables para el PSN», concluyó.
Por si quedara alguna duda, anteayer en Tutera fue el cabeza de lista al Parlamento, Fernando Puras, quien recalcó esta nueva posición, usando unas palabras prácticamente calcadas a las de Chivite. «Lo que tenga que hacer el PSN para buscar acuerdos de gobierno pasa por dos pilares fundamentales: el respeto al proyecto político de Navarra como comunidad propia y diferenciada, y nuestro proyecto social», afirmó en una reunión con cargos socialistas de la Ribera.
Giro en dos fases
El PSN ha llegado a este punto con un paso intermedio. Después de limitarse a indicar durante meses que su objetivo es llegar a la Presidencia del Gobierno navarro lo que obliga a apostar por un acuerdo postelectoral con Nafarroa Bai, IUNe incluso la izquierda abertzale, Puras giró su posición en una entrevista concedida a ‘‘Diario de Navarra’’ en setiembre, en la que por primera vez abrió la puerta explícitamente a un acuerdo postelectoral con UPN. «No renuncio ni a UPN ni a Nafarroa Bai», dijo el candidato. Y Miguel Sanz no tardó en tomarle la palabra exponiendo en la fiesta del Día del Partido, en diciembre, que conviene prepararse ante la eventualidad de tener que ceder el Gobierno al PSN como mal menor.
En aquel primer momento, tanto desde Nafarroa Bai como desde IUN se respondió con preocupación. El coordinador general de esta segunda formación, Ion Erro, avisó de que un pacto del PSN con UPN «sería una traición». Desde NaBai, su cabeza de lista, Patxi Zabaleta, estimó que la plataforma y el PSN «estamos obligados a entendernos», y dejó caer la opción de priorizar las cuestiones sociales sobre las políticas.
Ahora, Puras y Chivite dan otro paso y hablan con más claridad que nunca de un pacto con UPN. Desde el resto de partidos no hay respuesta.
Temor a UPN
La «definición» repentina del PSN muestra su temor a UPN y a su poderoso entorno mediático. El propio Chivite lo admitía el sábado al justificar por qué ha modificado su discurso: «Desde los dos extremos se nos reclama claridad en esta cuestión, y lo que yo dije es que nadie debe preocuparse por ello».
Resulta dudoso, sin embargo, que apostar por someterse a la línea de UPN le vaya a ser más rentable electoralmente al PSN. Como dato, en el acto navideño del partido los mayores aplausos para Chivite llegaron justamente cuando planteó que el Amejoramiento sigue sin refrendo ciudadano y propuso celebrar un reférendum. -
IRUÑEA