Han tardado un poco, pero han cometido la indecencia de darle tres horas de programa a una señora acusada de posesión de cocaína, de malversación de fondos, de estar metida hasta las cejas en todo lo que su todavía esposo, Julián Muñoz, había hecho desde la alcaldía de Marbella. “Dolce Vita”, si tenía alguna credibilidad, la ha perdido absolutamente toda. No se puede hacer una entrega tan absurdamente indecente, periodísticamente, políticamente, éticamente. No daba crédito a lo que veía, no podía creerme que se pudiera montar un tinglado tan aberrante, con tantas lágrimas, tanto pasteleo, como si con esas tres horas de infamia televisiva algún juez pudiera exculparla.

Cuando salió de prisión con fianza, Fermín Munarriz me dijo que la veríamos pronto en algún programa de Tele 5. Yo, ingenuo, le dije que no, que el asunto era muy grave, que estaba muy pringada como para que le lavaran la cara. Me equivoqué. Han dejado que corran los días, que los rumores apunten a que ella no está tan acusada, como está, para hacer esta especie de subprograma. Un asunto que pasará a los anales de la televisión basura en su grado de mierda pinchada en un palo. La señora Maite Zaldívar es una llorona, una mentirosa, una persona que ha metido la mano en los dineros públicos, que ha confesado en esos mismos sillones que su marido llegaba a casa con bolsas de basura repletas de dinero. Ese dinero era robado, y ella lo administraba.

¿Qué contactos, qué intereses les puede llevar al programa, a la cadena, a darle esa cancha a este personaje? ¿Es únicamente por el dinero, es decir, por la audiencia? ¿Esto es lo que quiere la audiencia? Todas las personas que cobran por hacer preguntas, ¿con qué criterio se mantuvieron tan alejadas del conflicto real y se dedicaron a hacerle preguntas sobre sus días en la cárcel y sobre si la Pantoja irá tras ella a comisaría? ¿En qué manual de indecencia periodística se basaron? Posiblemente sea una frase hecha, que se convierte en pasado nada más escribirse, pero me parece que han llegado a lo más bajo. Aunque estos prendas son capaces de superarse y llegar más al fondo, donde la mierda ya es petróleo. -