Una comedia alemana se atreve con un Hitler impotente e incontinente
BERLIN
Seis décadas después del holocausto, el realizador judío Daniel Levy ha roto todos los tabúes al rodar una comedia sobre Adolf Hitler, que, contra todo pronóstico, es realmente divertida. «Mi Fürher-La vedad realmente más verdadera sobre Adolf Hitler» en los cines a partir del día 11, muestra a un Hitler impotente, incontinente y llorón, un toxicó- mano al que su padre nunca quiso.
«Atravesé muchas crisis en las que me pregunté, incluso, si tenía derecho a hacer esta clase de cosas», admitió Levy en el reciente estreno de su película en Berlín. Levy, un suizo de 49 años que vive en la capital alemana, ya causó sensación en 2005 con otro film que fue considerado la primera comedia judía alemana de la posguerra.
En su nueva película, un actor judío recluido en un campo de concentración, Adolf Grünbaum, es utilizado por el jefe de la propaganda nazi, Josef Goebbels, para instruir a Hitler para el discurso de Año Nuevo de 1945, que debía preparar a los alemanes para su última ofensiva. Hitler queda impresionado con Grünbaum, que escarba en la sicología y la infancia infeliz del dictador para reactivar su talento oratorio, reducido tras sucesivas derrotas militares.
La película se basa en un hecho histórico, ya que Hitler recurrió a un actor para mejorar sus discursos, aunque el resto el fruto de la imaginación de Levy. En ella se ve al dictador sacar droga de su gran globo terráqueo, jugar en el baño con un buque de guerra de plástico y pelear con su perra Blondi, que viste un pequeño uniforme de las SSy sabe hacer el saludo hitleriano.
«Es importante estar dispuesto a hacer cosas prohibidas, cosas que son un tabú moral. Es la única manera de enfrentarse los temas», aseguró Daniel Levy.
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