A siete días del atentado contra la T-4 de Barajas, a algunas les ha entrado un furor represivo que, por otra parte, no habían disimulado a lo largo de los largos nueve meses de tregua. Isabel San Sebastián brilla con luz propia entre ellas.Ayer en “El Mundo” presentaba una soflama en forma de artículo bajo el título:«¡Vamos a por ETA!», que tanto se parece a aquel funesto «¡A por ellos!» de Victoria Prego.
Clamaba San Sebastián: «¡Claro que se han cometido errores en este malhadado proceso de paz que Zapatero se empeña en defender contra muerte y destrucción! Errores gravísimos de valoración de la información disponible, pero sobre todo un error de fondo que explica y sustenta los demás (...) Un error suicida para la democracia, consistente en asumir la tesis nacionalista según la cual es indispensable negociar con ETA ya que resulta imposible derrotarla». Ahora leerán la tesis de San Sebastián: «frente a esa postura cobarde y fatalista hay otra que cree en la victoria del Estado de Derecho si empuñamos las armas de la Ley y la firmeza. Si nos convencemos de que somos más, somos más fuertes y tenemos la razón de nuestra parte. Si nos atrevemos a mantener inamovible esta posición durante el tiempo suficiente, cosa que jamás ha ocurrido». O sea, leña a tutiplén. Y se creerá original Isabelita...
Lo que le pirra es jalear al señorito y cantar sus glorias:«Antes de la traición socialista al Pacto contra el Terrorismo, que desencadenó esta última tregua-trampa, estábamos muy cerca de conseguir- lo. Lo mismo sucedió tras la formidable reacción ciudadana al asesinato de Miguel Angel Blanco, y por eso la serpiente se arrastró a pedir oxígeno al PNV en Estella. Lo incomprensible es que recibiera la ayuda que imploraba tanto de Arzalluz/Ibarretxe como de Zapatero. Que los tres picaran confiando en llevarse la gloria y la cosecha».
Y deja para el final la fórmula mágica, el bálsamo de
Fierabrás:«En el hipotético caso de que el Gobierno hubiese visto la luz y
quisiese cambiar de bando, lo tiene fácil: Que detenga a Josu Ternera, como hizo
el PP con la interlocutora Belén González Peñalva antes incluso de que ETA
rompiese la tregua del 98. Que el fiscal pida el ingreso en prisión de Otegi y
sus compinches. Que sean confiscados de una vez todos los bienes batasunos. Que
cese cualquier relación política con ERC (...) Que ETA perciba claramente que
vamos a por ella». No cambian. - msoroa@gara.net