Llegó el periodo de rebajas y con él, las aglomeraciones de los ciudadanos a las puertas de grandes almacenes, como en el caso de El Corte Inglés en la capital vizcaina, y también en el pequeño comercio, «para encontrar el chollo». La Organización de Consumidores y Usuarios Vasca (EKA-OCUV) prevé que cada vasco se gastará una media de entre 120 y 150 euros en las primeras rebajas del año. La temporada se prolongará hasta el 7 de marzo en el caso de Nafarroa Garaia, y hasta el 31 de marzo en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. En Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa se abre mañana y se prolongará hasta el próximo 20 de febrero.Las rebajas afectan a productos rebajados de precio por cambio de temporada o de estación. Todos los productos que se ofrecen en rebajas deben haber estado a la venta con anterioridad en el establecimiento y no pueden estar deteriorados. El establecimiento debe tener, al menos, la mitad de sus productos rebajados.
Cuando, a las diez de la mañana, los sones del carrillón del reloj de la sede del BBVA en la confluencia de Alameda Mazarredo con Gran Vía resonaban, eran cientos las personas agolpadas a las puertas de El Corte Inglés y de otras tiendas de importantes marcas que salpican la «Milla de Oro» bilbaina.
Muchos eran los que portaban bolsas con artículos para cambiar, fruto de los regalos de Reyes. Era el caso de José Alonso, un joven que pretendía cambiar una pulsera en los grandes almacenes «antes de que llegue la marabunta». A su lado, un grupo de mujeres, aunque también era importante el número de hombres, que aguardaba la apertura de El Corte Inglés, aunque no eran las aglomeraciones de tiempos pasados, tal y como nos lo confirmaba José Carlos Ramos, relaciones públicas de estos grandes almacenes.
¡Que chalados!
Entre quienes transitaban a su lado no faltaron frases como «¡Qué chalados!», mientras una señora nos explicaba que acudía el primer día de rebajas para «saber si es cierto que se rebajan los mismos productos que estaban el viernes. Ese día, a las 20.30, antes de cerrar, vi una blusa y estoy aquí para ver si esa dichosa camisa, que me gusta, está colgada. Si es así la compraré y sabré que las rebajas que anuncian son verdad».
Frente a esta duda, Ramos desmintió a GARA que se saquen a la venta productos elaborados expresamente para las rebajas. Al menos, sobre el papel la ley lo prohíbe.«El motivo es quitarnos stocks de cara a la próxima temporada», aclaró, a la vez que desveló que «la oferta será importante en la gama de confección, principalmente en las prendas de abrigo debido a las temperaturas primaverales de las que hemos gozado en octubre y noviembre».
Esta apreciación fue confirmada por el gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo bilbaino, Jon Aldaiturriaga, que mencionó que «no es la primera vez que esto sucede». Señaló que, dada la antelación con la que algunos comerciantes efectúan las compras de género «estamos hablando de seis meses; ahora, por ejemplo, están recibiendo lo de primavera-verano que compraron en octubre-noviembre», explicó la primera semana y parte de la segunda habrá una buena oferta de tallas y colores en prendas de abrigo.
Además, Aldaiturriaga aventuró que en el sector de textil-hogar «antes de febrero habrá buenas ofertas», aunque el tirón principal de la campaña de rebajas de invierno en el Casco Viejo bilbaino «son moda, calzado y complementos».
«Las ofertas en confección son las que mueven al gran público», incide el relaciones públicas de El Corte Inglés, quien asegura que la búsqueda de la talla o el color que desea el cliente motiva la asistencia masiva las primeras jornadas. Tras recordar que también hay rebajas en otros productos, apostilla que «la gente compra más por impulso ropa que un televisor o un electrodoméstico, que es más por necesidad».
Ante esta situación, EKA-OCUV señala que las rebajas son «una muy buena oportunidad para comprar, siempre que se haga atendiendo a necesidades reales», por lo que aconsejó «comprobar que las prendas son de esta temporada y fijarse bien en la doble indicación de precios».
Según esta organización de consumidores, éste es un buen momento para adquirir productos mucho más baratos sin que éstos pierdan calidad. En este sentido, recordó que para que la compra en rebajas resulte realmente eficaz lo mejor es comprar sólo lo necesario, ya que «adquirir mercancías sólo porque estén rebajadas, con el riesgo de que no satisfagan necesidades concretas, puede resultar, a la larga, más caro».
Desde los colectivos en defensa de los derechos de los consumidores se insiste en no dejarse llevar por el «acoso publicitario y consumista» y «no caer en la trampa de los productos gancho». Por el contrario, el gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo bilbaino rechaza la imagen que estas organizaciones pretenden dar del sector.
Aunque la afluencia a las rebajas es una imagen típica tras el periodo navideño, al igual que las colas a las puertas de las administraciones de lotería, sigue habiendo personas que se sorprenden. Es el caso de un grupo de inmigrantes colombianos, que, a preguntas de este diario, no ocultaron su sorpresa, a las puertas de El Corte Inglés, «porque haya gente esperando que abran una tienda para comprar. Nos sorprende bastante, vamos a entrar a ver qué oferta hay de ropa».
Con ellos no iba el acceder los primeros a los grandes almacenes «a la búsqueda del chollo», que muchos de los presentes resaltaban que «no existen». En primera línea, «los que quieren salir en la televisión» y, al abrir las puertas, entrada ordenada.
Mientras esto sucedía en la Gran Vía y calles del entorno, al otro lado de la ría, en el Casco Viejo, no había mucha gente esperando las aperturas de los establecimientos, aunque a lo largo de la mañana y tarde sus calles se fueron llenando de potenciales clientes a la búsqueda del chollo. Por ejemplo, en la calle Correo, en una tienda de bolsos, se proclamaba «No a la guerra, excepto en rebajas».
La tónica general entre los comerciantes consultados es que esperan que esta campaña de rebajas sea tan buena como lo fueron las jornadas previas a Navidad y Reyes. «La gente ha esperado más que en otras ocasiones para hacer los regalos, pero a última hora las ventas han sido muy buenas», señalaba la propietaria de Gili Gili, con otra tienda en el Casco Viejo bilbaino y otra en Arrasate. Ahora, con los restos de la temporada, «que es género bueno», afronta esta campaña recordando a sus clientes potenciales que, ante las recomendaciones de las asociaciones de consumidores, «donde tienen que tener cuidado es en las grandes superficies, no en el pequeño comercio. Ropa para rebajas añadía Manolita Bengoetxea hacen las multinacionales; el pequeño comerciante, con sacar los restos de temporada, tiene suficiente».
Esta apreciación referida al género que se puede sacar a la venta es destacada por EKA-OCUV, que afirma que «las rebajas «son de precio, no de calidad», por lo que «todos los artículos que se vendan como rebaja deben haber estado a la venta con anterioridad en el establecimiento y no pueden estar deteriorados». En primer lugar, se aconseja revisar con atención la etiqueta y se recuerda que en los artículos textiles debe figurar la talla, la composición y el tratamiento aconsejable a efectos de lavado y planchado. También recomienda comprobar que, junto al precio rebajado, figura el antiguo o bien el porcentaje de descuento del artículo y asegurarse de que éste es actual.
Guardar los tickets
Además de guardar los tickets de compra con sus correspondientes impuestos, EKA/OCUV recuerda que los comercios están obligados a cambiar los artículos cuando sean defectuosos, siempre y cuando no se hayan usado, y recomienda preguntar por esa posibilidad antes de comprar o pagar.
En cuanto al uso de tarjetas, precisa que los usuarios pueden pagar sus compras con su tarjeta de crédito, salvo advertencia en sentido contrario en un lugar visible de la tienda. Los establecimientos que ofertan este servicio durante todo el año, no pueden negarse a prestarlo durante la temporada de rebajas, ni imputar al consumidor el recargo del banco.Además, la información sobre la fecha de las rebajas del establecimiento, que pueden durar un máximo de dos meses y un mínimo de una semana, debe figurar en un lugar visible y de fácil acceso para el consumidor.
Al margen de los consejos, lo que es una realidad es que miles de personas se acercaron ayer hasta las áreas comerciales de las ciudades vascas. Por ejemplo, en el caso de Bilbo, esta afluencia se nota en los negocios hosteleros, principalmente la primera semana y el primer sábado, como indican los responsables de La Taberna de los Mundos y el Café La Granja, con porcentajes significativos de negocio.
Por otro lado, Bengoetxea, de Gili Gili, confirmó a este diario que en la capital vizcaina «hay más cultura de rebajas y eso se nota en la cantidad de gente que acude».
Esta afluencia a realizar compras Bilbo se notó ayer con la visita de miles de residentes en distintas comarcas del herrialde. Por ejemplo, la Policía Municipal tuvo que mantener un dispositivo especial en el acceso al parking de El Corte Inglés, situación que se repitió en las grandes superficies repartidas por el país, especialmente las ubicadas en Ezkerraldea.
Otro aspecto que lleva aparejado esta campaña de rebajas es la generación de puestos de trabajo eventuales, los contratos de temporada. Así, desde El Cortes Inglés, José Carlos Ramos cifró en 200 los trabajadores que son contratados para afrontar la época de las compras navideñas, una práctica que se repite en otros espacios comerciales y que, en distintas proporciones, llega incluso a las tiendas más pequeñas. -