Maite Soroa
Las cosas de Imaz e Ibaretxe
El follón a cuenta de la manifestación de Bilbo ha puesto sobre la mesa un asunto del que se hablaba de forma discreta: las cosas de la casa de Sabino Arana. Lucía Mendez en “El Mundo” resumía el descontrol en el jelkidismo: «Ignoro si alguien del PNV le ha dicho a Ibarretxe exactamente lo que se merece por el lío que ha montado con la manifestación de Bilbao. El visionario lehendakari ha engrandecido la figura del presidente del PNV. Josu Jon Imaz y el ministro Rubalcaba son casi los únicos políticos que han estado a la altura de las circunstancias». Antonio Rivera en “El Correo Español” hablaba más claro aún: «Ibarretxe es un producto del pasado, que todavía puede sobrevivir mientras el país siga viviendo en ese pasado, en fórmulas manidas y demostradamente inválidas y peligrosas. Imaz el Imaz profundamente democrático de estos meses; ¡que nadie nació ayer aquí! puede ser la alternativa nacionalista a un tiempo que ya no da más de sí, porque ETA ha querido darle el carpetazo (igual sin querer o sin evaluar las consecuencias de su acción; lo mismo da). Por primera vez, y de manera consistente en el tiempo, el PNV que dirige se ha negado a proporcionar con un argumentario buscadamente confuso la llave de reingreso de la izquierda abertzale a la normalidad política después de un crimen nefando. Justo lo contrario de otras tantas veces y justo lo contrario de lo que ha propiciado Ibarretxe con su confusión buscada. Imaz está en mis antípodas políticas, pero si inevitablemente y con más votos que «los míos» me tiene que gobernar un opositor que no enemigo político, que al menos crea verdaderamente en la democracia y en un país serio, no como lo que venimos soportando». Si fuera Imaz, estaría más que preocupada. También Antonio Papell lo soltaba en “Canarias7”: «Josu Jon Imaz, sucesor de Arzallus al frente del PNV, representa el elemento clave del aislamiento de ETA en Euskadi, previo a la definitiva marginalización social y ulterior desaparición de la organización terrorista». Y para coronar la cosa, el editorialista de “Diario de
Sevilla” advertía: «Este esperpento que sólo beneficia a ETA desperdicia la
importante evolución del PNV con Imaz al frente. Durante la era Arzalluz, el
partido clave para influir en el País Vasco ha eludido ser el ariete que horadara la montonera abertzale. Sin embargo, Imaz impulsa una política plena de cordura y para nada renuente a acuerdos con el Gobierno y el PP». A lo peor le halaga. - msoroa@gara.net
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